Discusión sobre HidroAysén: No hay peor ciego que el que no quiere ver

Martes 26 de Octubre del 2010

Por Patricio Segura Ortiz Periodista psegura@gmail.com

Ver Vídeo del Proyecto Hidroaysen.

Si todo se cumple como se ha anunciado, HidroAysén responderá el viernes a las más de mil observaciones que la Corema oficiara a la empresa el 18 de enero de este año.  Se retomará, a partir de ese momento, el hasta hoy suspendido proceso de evaluación.

Mucha agua ha corrido bajo el puente de la tramitación del estudio de impacto ambiental que en agosto de 2008 sometiera a calificación la sociedad compuesta por Endesa y Colbún. Y más aún desde que la primera comunicara en abril de 2005 que retomaba sus proyectos hidroeléctricos en Aysén por U$ 500 millones, cifra que hoy va por los U$ 3.200 millones y que llega a los U$ 7.000 millones al sumarle el tendido asociado.

Este quinquenio no ha pasado en vano.  Desde los más diversos sectores y con las más diversas visiones hoy se discute, se toman posiciones, se dialoga, se discrepa.   En hora buena, porque lo peor que le puede pasar a una comunidad es que se tomen decisiones sin confrontar visiones.

Hace cinco años lo dijimos varios ciudadanos de Aysén.  En simple, debemos estar bien informados sobre esta materia.   De este interés nacieron los talleres “Por Chile y Aysén… aprendamos de la energía” (financiados en 2005 por la Segegob) donde participaron los ejecutivos de Endesa Aníbal Bascuñán e Ingendesa Julio Montero, el dirigente ambiental Juan Pablo Orrego, el presidente de la Asociación Chilena de Energías Renovables Rolf Fiebig, más autoridades públicas de la energía, medioambiente, participación ciudadana.

Le siguieron múltiples seminarios sobre energías renovables no convencionales, turismo y represas, necesidades energéticas de Chile, realidad eléctrica regional, efectos de los embalses en ríos y lagos, desarrollo regional, impactos sociales donde se han construido este tipo de obras.  Científicos y técnicos nacionales y extranjeros, y pobladores de comunidades intervenidas por represas, han llegado en múltiples ocasiones hasta Aysén a compartir sus conocimientos y experiencias.  Se han mostrado películas con la intervención de Endesa en el Alto Bío Bío e incluso se elaboró un documental regional (“Mega Represas, Mega Impactos, Mega Verdades”) que muestra cómo viven hoy las familias pehuenches relocalizadas.  Tal información y tales testimonios siempre han estado.  Que algunos no los hayan querido escuchar es otra cosa.  Porque fue así que nos fuimos formando una convicción: estos proyectos son incoherentes con Aysén como reserva de vida.

Por eso, paradójico es que se siga diciendo que se necesita que hablen los expertos.   Paradójico en circunstancias que lo inconveniente de HidroAysén para el país lo han dicho especialistas en energía como Roberto Román y Miguel Márquez, lo deficiente del estudio lo han manifestado la ex ministra de Medio Ambiente Ana Lya Uriarte y servicios públicos como Conaf, DGA, Sernagemin (entre varios otros), lo mal proyecto para Aysén lo han constatado estudios especializados de la Universidad de Chile y otros centros de investigación chilenos y extranjeros, y lo perjudicial para el mundo lo han expresado la ex primera dama gala Danielle Mitterrand, el premio Goldman de Medio Ambiente Pedro Arrojo y el director de la Unesco en Ciencias Sociales Ricardo Petrella. Y lo antiético e inicuo de lo que se pretende realizar lo han afirmado teólogos como Marcelo Barros y Leonardo Boff, junto al obispo de Aysén Luis Infanti.  Esto sólo por nombrar algunos.

Cuando ellos han venido hasta Aysén, a varios de quienes hoy opinan tan convencidos de los beneficios de HidroAysén y Energía Austral no se les ha visto.  Y a pesar de esta falta de responsabilidad para informarse disparan contra el movimiento Patagonia sin represas sin el cual no estaríamos hoy conversando sobre proyectos en evaluación ni menos sobre una supuesta negociación.   Particularmente HidroAysén ya se habría sentado, literalmente, sobre Aysén.

Hay algunos que ven a estas empresas como una salvación para la región.  Bastante triste es pensar que a esta tierra alguien la debe salvar –más aún las trasnacionales de la energía con un interés privado concreto- en circunstancias que no fue ése el espíritu de quienes hace un siglo llegaron con su voluntad y esfuerzo como principal capital.   ¿En qué recodo del camino se perdió la autoestima por la propia capacidad?

Me quiero detener en el periplo de reconocimiento que los dueños de El Patagón Domingo, Radio Ventisqueros y Canal 4 hicieran hace algunas semanas al Alto Bío Bío -invitados por HidroAysén- y cuyos frutos más directos han sido varios artículos y columnas firmados por los dos últimos dando un apoyo explícito y público a la empresa.  Han desechado así cualquier pequeña esperanza de garantizar en este tema una discusión pluralista de verdad y cotidiana (una golondrina no hace verano) en sus propios medios.  Convite del cual, hay que declarar, se restaron voluntariamente otros medios regionales.

Las informaciones que han difundido son notablemente parciales.  Han obviado convenientemente, por ejemplo, informar que según la encuesta Casen 2009 Alto Bío Bío (donde Endesa construyó Ralco) es la comuna más pobre de Chile, con un 50 por ciento de las familias bajo la línea de la pobreza.  Esto no es opinión.  Esto es dato duro.

Tampoco han dicho que precisamente en Santa Bárbara, Alto Bío Bío y otras comunas del área de influencia de Ralco y Pangue el costo de la energía es más alto que en Aysén.  Según la tarificación de octubre de 2010 pagan $ 268 el kilowatt hora, en tanto que en Aysén $250 a consumidor residencial general.  Esto tampoco es opinión.  Es otro dato duro.
Aclaremos algo. No es la ciudadanía ni el movimiento Patagonia sin Represas quienes capean el debate abierto en igualdad de condiciones ni administran medios cargados a una sola visión, algo reconocido incluso por personas cercanas a Canal 4 y Radio Ventisqueros, y que cualquier análisis cualitativo y cuantitativo de sus coberturas (excluyo acá a El Patagón Domingo) permite ver claramente su postura institucional. Y esta falta de equilibrio no es precisamente por falta de actividades, argumentos ni acciones de la oposición a estos proyectos.  Por cierto que el movimiento también tiene una línea editorial clara, pero su rol es muy distinto al que se espera de un medio de comunicación.

Sentiríamos un orgullo muy grande si pudiéramos decir que todos los posteos, cartas al director, grupos de Facebook, mensajes de twitter y correos electrónicos que circulan en la red y prensa alternativa e independiente son digitados desde esta campaña.  Debemos reconocer que no es así. Aunque tratamos de incidir, el mayor aporte lo hacen chilenos y en especial ayseninos de carne y hueso que, a pesar de lo que ciertos medios quieran hacer creer, existen, piensan y tienen convicciones más allá de la imposición que pretenden unos pocos con demasiado poder.