sábado, 27 de noviembre de 2010

Cumbre del Clima, Cancún: “tenemos todavía una oportunidad”

ECOLOGÍA | 27.11.2010

La UE cifra expectativas en Cancún. La comisaria europea Connie Hedegaard, entrevistada por Deutsche Welle, desearía que los Estados cumplan sus promesas, pero no cuenta con que se firme un acuerdo vinculante.

Connie Hedegaard, Comisaria de la Unión Europea (EU) para la Acción por el Clima, coincide con los pronósticos de la mayoría de los especialistas: lo más probable es que la Cumbre del Clima – a  celebrarse este año en Cancún, México, entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre – sólo logre un acuerdo sobre el tema forestal. Pero la UE se resiste al fantasma de la pasada cumbre de Copenhague y quiere, al menos, “mantener el curso”.

Deutsche Welle: ¿Cuáles son las prioridades de la UE en las conversaciones de Cancún?

Connie Hedegaard: el objetivo principal de la UE es conseguir un paquete balanceado de decisiones que contribuyan a mantener el curso de las negociaciones internacionales por el clima, así como concretar las promesas hechas por los jefes de Estado en Copenhague.

La UE está dispuesta – ya lo estaba el año pasado – pero la falta de un acuerdo para legislar sobre el clima en el Senado de los Estados Unidos, así como la falta de acuerdo en otras capitales, conllevarán a que tampoco se logre en Cancún la firma de un acuerdo internacional vinculante.

Quizás se llegue a un acuerdo para la protección forestal.Quizás se llegue a un acuerdo para la protección forestal.

Podemos tratar de asegurar una serie de decisiones, por ejemplo, condiciones marco para la protección forestal y la adaptación (tecnológica) al cambio climático. En las negociaciones formales de Copenhague se avanzó considerablemente en estos temas. Igualmente deberemos ser capaces de acordar un marco de principios para la cooperación tecnológica.

Y, por supuesto, los países desarrollados tendrán que mantener y concretar las promesas de financiamiento que hicieron en Copenhague. Es crucial que se hagan efectivos los 30.000 millones de dólares prometidos para el financiamiento del arranque acelerado (de las acciones de los países en vías de desarrollo para la adaptación al cambio climático) este año y hasta el 2012.

¿Qué objetivos se persiguen en torno a la protección forestal y cuáles cree usted que son realistas?

Aspiramos a un acuerdo que invierta la estructura de incentivos, por ejemplo, para el campesino brasileño que no tiene hoy, frecuentemente, otra opción que talar la selva tropical si quiere disponer de una superficie cultivable para alimentar a su familia. Queremos cambiar eso, ese campesino tiene que ganar algo en el futuro por proteger los bosques, porque es algo que nos interesa a todos.

En lo que se refiere a concretar en hechos las promesas de financiamiento: ¿qué progresos espera en esta oportunidad?

Si le preguntamos a los países en vías de desarrollo, dirán que ha visto ya demasiadas conferencias en las que los países desarrollados han prometido esto o lo otro, pero que ellos, en realidad, no han visto llegar el dinero a su destino. Esta vez tenemos que hacerlo mejor. Los países desarrollados han prometido 30.000 millones. Y Europa ha asegurado que puede correr con cerca de un tercio de ese monto.


En Cancún demostraremos que es exactamente eso lo que vamos a aportar. Los 27 estados miembros y la Comisión Europea aportarán, en conjunto, 7.400 millones de euros (unos 10.000 millones de dólares). Es importante que otros países industrializados estén dispuestos a hacer lo mismo. Los países en vías de desarrollo quieren ver que las naciones industrializadas mantengan su promesa como grupo. Y esto es muy importante para la atmósfera que se respire en las negociaciones.

¿Cómo evalúa el papel de un país como China?

Creo que es difícil interpretar la posición de China. Siento que China es muy constructiva cuanto tengo encuentros con sus ministros. Ellos incluso son muy firmes en mantener el acuerdo de Copenhague. Pero a veces oigo señales de “marcha atrás” y – para ser sincera – es un poco confuso.


Creo que es muy importante que China no se escude tras la ausencia de legislación en los Estados Unidos porque China es un grande es este “juego”. Y la paradoja es que es muchísimo lo que China está haciendo “en casa” actualmente: ellos se están ocupando de la eficiencia e intensidad energética y prevén nuevas metas para el uso de fuentes de energías renovables. Además, por primera vez, parece que tendrán objetivos concretos para la reducción de emisiones de CO2.

Desde una perspectiva europea, sería preferible para ellos comprometerse más fuertemente en las negociaciones internacionales. Para muchos países en vías de desarrollo, lo que diga China es absolutamente crucial. Así que creemos que es muy importante que se comprometan porque China es el mayor emisor (de CO2) del mundo.

La UE parece exitosa en reducir sus emisiones. Sin embargo, reportes recientes sugieren que el bloque “exporta” sus emisiones, mientras mucho del CO2 que genera un país como China es consecuencia de la producción para la exportación…

Es cierto, por supuesto, que una gran parte de las producciones europeas han sido relocalizadas desde 1990. Y esa es una de las razones por las que es tan importante llegar a un acuerdo internacional. El objetivo más importante de la UE en los últimos años ha sido mover a China, India, Brasil y otros a cooperar. Y algo que sí logramos tras Copenhague fue que estoy países comenzaran a trazarse metas nacionales, pues usted tiene razón: ¿qué parte del problema estaríamos resolviendo si sólo trasladamos nuestras producciones a países que no forman parte de un acuerdo internacional?


Eso no cambia sin embargo el hecho de que, en Europa,  también hemos avanzado en la eficiencia energética. Junto con Japón, somos la región de mayor eficiencia energética en el mundo. En nuestros paquetes para el clima y la energía para 2020 nos hemos propuesto llegar a que el 20 por ciento de la energía que usamos sea renovable y estamos en camino a lograrlo.

Hubo tal desencanto tras Copenhague que mucha gente no cifra grandes expectativas en Cancún. ¿Cree usted que algo puede lograrse pese a todo?

Europa está trabajando duro para lograr un acuerdo ambicioso. Parece difícil, sí, pero pienso que el sentido de la urgencia no debe haber disminuido desde Copenhague. El clima no ha mejorado. Hemos tenido los doce meses seguidos más calientes de la historia. Tenemos todavía una oportunidad. Y por cada año que pospongamos la acción, más se encarecerá y dificultará la solución.

Autora: Irene Quaile (rml)
Editor: Enrique López Magallón

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