jueves, 18 de noviembre de 2010

Flagrante en tierras indígenas

Notícia - 12 - nov - 2010

En el sobrevuelo de Maranhão, Greenpeace documentó la tala ilegal dentro de la tierra indígena. El problema vuelve a aparecer allí.
Que la deforestación se está cayendo, nadie niega. Pero los viejos problemas de la Amazonía están lejos de ser resuelto. En un sobrevuelo realizado esta semana por los estados de Pará, Mato Grosso y Maranhao, Greenpeace documentó la visión de futuro y la tala ilegal de tierras indígenas Caru. Lo común en esas partes.

Situado en la ciudad de Caru de San Juan, el noroeste de Maranhão, se estableció en 1982 y de allá para acá se ha visto el rápido avance de la deforestación en sus bordes. Junto con una reserva biológica y dos territorios indios, la zona es una isla de bosque -, aunque mucho es ya degradadas - en medio de la devastación. Pero su protección oficial no ha mitigado la presión de las granjas y la explotación forestal. Por lo menos 9% de los bosques han sido talados allí, un total de 15 000 hectáreas.
Camión de carga de troncos cruzar la carretera dentro de la TI Caru, Maranhão. © Bruno Kelly / Greenpeace
El equipo de Greenpeace fotografiado dentro de ella, dos camiones cargados de troncos y un campamento improvisado. Desde arriba, es posible ver algunos caminos abiertos para drenar la madera y la tala de árboles ya han sido consolidados. El viernes, una queja fue remitida al IBAMA y la FUNAI, tomar las medidas adecuadas.
El año pasado, los funcionarios de esos organismos ya se había reunido con el registro de tierras indígenas en la región. Durante la Operación Arco de Fuego, los agentes de la Policía Federal, Fuerza de Seguridad Nacional y la Policía Federal de Carreteras incautaron los registros y la maquinaria, los aserraderos cerrados y de negocios de la interrupción. Pero fue la inspección da la espalda y el problema estaba allí de nuevo.
Greenpeace denuncia la continuación de la tala en la Caru indígenas y pide que los organismos competentes para adoptar las medidas razonables para proteger la zona. Que sea un control adecuado, la incautación de la madera y la identificación y castigo de los delincuentes.

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