miércoles, 24 de noviembre de 2010

MICROALGA INTRODUCIDA PONE EN RIESGO PATROMINIO DULCE- ACUÁTICO CHILENO

Didymosphenia geminata ha sido descrita como una microalga invasiva en varias regiones a nivel mundial. Hasta el momento había sido detectada en Australia, Norteamérica y Europa. En Chile su presencia no había sido detectada desde 1964, cuando fue registrada en el Lago Sarmiento, Región de Magallanes. Esta microalga altera gravemente el ecosistema acuático, y podría afectar a importante sectores productivos de las regiones Patagónicas.

Santiago de Chile, 04 de Octubre de 2010 (Ecoceanos News)-- Tras el desastre sanitario, social y económico provocado por el virus ISA que afectó a amplias zonas costeras del sur de Chile, una nueva amenaza, debido a la introducción de una microalga invasora altamente agresiva, está poniendo en jaque a la institucionalidad pesquera y ambiental, a la vez que al patrimonio acuático del país. Se trata de Didymo o Didymosphenia geminata, también conocida como "Moco Roca", una microalga de agua dulce, inofensiva para la salud del hombre, pero que puede presentar floraciones masivas, modificando los ecosistemas y la biota que habita ríos, lagos y otros cursos de agua dulce donde es introducida, esto porque disminuye el oxígeno disuelto en el agua, reduce los hábitat y excluye especies nativas. 

Didymo fue detectada este año en los ríos Espolón y Futaleufú, Región de Los Lagos. Luego se expandió hacia el río Coyhaique, pero con un nivel de florecimiento muy pequeño respecto al encontrado en Los Lagos. El Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) detectó la existencia de células de Didymo en los ríos Aysén, Los Palos, Mañihuales y Blanco.

En Chile, según los especialistas, no se había detectado su presencia en las Regiones de Aysén y Magallanes desde 1964. Al respecto, Carolina Díaz, Doctora (c) en Ciencias en Ecología y Biología Evolutiva (EBE), experta del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, asegura a Ecoceanos News que “la formación de polisacáridos de esta especie, lleva a la consecuente formación de grandes masas mucilaginosas que cubren grandes extensiones de sustrato rocoso de los ríos. Numerosos efectos negativos sobre los sistemas acuáticos y las actividades económicas asociadas a ellos, sin embargo no hay información respecto de problemas para la salud humana”.

Según la también Directora del Laboratorio de Diatomeas del Departamento de Ecología y Medio Ambiente del  Instituto de Filosofía y Ciencias de la Complejidad (IFICC), “entre los impactos para las actividades de pesca y acuicultura están la obstrucción de tuberías, artes, instrumentos de cultivo y pesca. Para la biota, los impactos radican en una disminución de la disponibilidad de oxígeno, la exclusión de otras especies debido a la competencia por recursos o a la reducción de hábitat que produce esta avasalladora diatomea. También produce la pérdida de hábitat para la alimentación, reproducción de peces e incluso podría actuar como barrera para la migración de algunas especies de salmónidos”.

En entrevista con Ecoceanos News, Manuel Martínez, Ingeniero en Acuicultura en la Universidad Andrés Bello y Master en Economía y gestión en Pesca y Acuicultura en la Universidad Vigo de España, quien es coordinador del tema Didymo en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) afirma que “es difícil cuantificar los impactos de D. geminata en aguas de Patagonia. Las condiciones particulares de nuestros ríos nos obligan a generar una investigación que abarca más que el estudio de la biología de la especie, si no que engloba un completo estudio de los ecosistemas límnicos de Patagonia”. Sin embargo, advierte que “experiencias en otros países, Nueva Zelanda por ejemplo, muestran importantes impactos sobre el ambiente y económicos avaluados en varios millones de dólares”.

El profesional del CIEP agrega que “el daño paisajístico que puede ocasionar es evidente en etapas de florecimiento intensas donde el río queda prácticamente alfombrado con las colonias y produce un mal aspecto visual ya que la presencia de estas colonias puede observarse a simple vista tanto en el cauce como en las riveras dando el aspecto de encontrarse cubierto de papel higiénico”. 

MEDIDAS DE CONTROL A TODOS LOS SECTORES PRODUCTIVOS
La Dra.(c) Carolina Díaz plantea que “básicamente como medida inicial y de mantención, el control sobre todas las actividades asociadas a los ríos debe ser extremo para evitar la propagación de Didymo a otros sistemas. El impacto es alto, ya que una vez establecidas las medidas de control, las restricciones a todas las actividades mencionas serán altísimas”.

Según reconocen los investigadores, además de la pesca deportiva, todas las actividades productivas, incluida la industria del salmón, deben tomar medidas para controlar esta plaga. En entrevista con Ecoceanos, Leonardo Núñez, director del Departamento de Administración Pesquera del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) explica que “como una forma de prevención se está coordinando con la industria la cooperación en la detección en cuerpos de agua cercanos a pisciculturas, la detección visual de D. germinata y la implementación general de medidas de prevención básica que eviten la diseminación de la microalga en la zona”.    
                                                                                                                              
Manuel Martínez, quien fue el encargado del sector Pesca Recreativa de la Subpesca en la Región de Aysén, afirma que “experiencias extranjeras nos muestran que el nivel de acción debe ser completo abarcando actividades de recreación, cultivos, labores camineras, tránsito de ganado por ríos, acciones de la comunidad, labores de muestreo e investigación, etc. Todas las actividades que tengan contacto con ríos o cuerpos de agua deben ser involucradas y deben tener claras las medidas que deben tomar para evitar la propagación del alga”.

Desde Aysén, el Ingeniero en Acuicultura asegura que “el impacto relacionado a la actividad económica de actividades de pesca recreativa no debiese ser sometido a un fuerte impacto (relacionado a la actividad propiamente tal). El pescador recreativo extranjero convive y conoce a esta alga por lo que no se estima que significaría un descenso de visitantes, lo que si podría ser un efecto negativo sería no ser capaz, como país, de sostener una campaña seria y prolongada en el tiempo (por ej. Nueva Zelanda), donde se genere un trabajo que posibilite formar una conciencia nacional de los hechos y corresponder estas medidas hacia una educación transversal y orientada a la prevención. Esta actitud de preocupación y esfuerzo por controlar es lo que, de no generarse, puede impactar en la actividad económica ya que el pescador extranjero valora y aprecia que se realicen esfuerzos por evitar la propagación”.

Pero Martínez, advierte que “la generación de una, eventual, declaración de plaga por parte de SUBPESCA para D. geminata establecería una serie de medidas administrativas restrictivas en ciertos cuerpos de agua lo que podría generar efectos para la industria turísticas en relación al uso de ciertos segmentos que cuenten con dichas medidas”.

El especialista añade que “en estos momentos existe una emergencia de plaga dictaminada por Sernapesca que afecta la cuenca del Futaleufú. Esto debiese derivar hacia una declaración de plaga, pero hasta el momento, las medidas administrativas, se encuentra limitada en la cuenca del Futaleufú. Es por esto que se requiere generar estudios que posibiliten el conocimiento del tamaño de las infestaciones, su distribución y las condiciones que generan los florecimientos”.


Según Manuel Martínez, “ambientalmente los impactos pueden ser inciertos y apresurados de señalar, pero la literatura señala pérdidas en la biodiversidad de organismos, falta en la oferta de alimento y su repercusión en las cadenas tróficas, pérdida de habitat para ciertas especies”.

DIDYMO: PATRIMONIO DULCEACUÁTICO NACIONAL EN ALTO RIESGO
Sus efectos en los cuerpos de agua en países como Nueva Zelanda, EEUU, Italia y España han sido significativos, y en algunos casos desastrosos. En Nueva Zelanda, país que posee características ecosistémicas similares a las existentes en la Patagonia chilena, el alga Didymo fue detectada en 2004, y se propagó en doce ríos diferentes, destruyendo la biodiversidad acuática en ellos, siendo considerada de alto riesgo por los gobiernos, dado su impacto en el sector turismo y de la pesca deportiva con mosca.

La Directora Laboratorio de Diatomeas del Departamento de Ecología y Medio Ambiente Instituto de Filosofía y Ciencias de la Complejidad (IFICC), Carolina Díaz, afirma que “definitivamente”, el patrimonio dulce-acuático del país se encuentra en riesgo. “Como siempre ocurre con la introducción de especies exóticas, en este caso, la salud y la diversidad de nuestros ríos están en serio peligro, junto con todas las actividades turísticas, deportivas y económicas asociadas a ellos”.

Por su parte, Manuel Martínez, del CIEP, asegura que “nuestro patrimonio dulce-acuícola, dada sus particularidades, se encuentra sometido a un nivel fuerte de amenaza. No solo por D. geminata que aún no conocemos mucho sobre sus impactos, pero además tenemos la presencia de truchas en el norte de nuestro país que amenazan las especies nativas de esas cuencas, la pérdida de biodiversidad que se genera en poblaciones de pejerreyes del norte del país, la potencial amenaza de otras especies invasoras que pueden causar nuevos impactos, son solo algunos ejemplos de amenazas reales y latentes”. 

Muy distante de la opinión del mundo de la academia, el Jefe del Departamento de Administración Pesquera de Servicio Nacional de Pesca, Leonardo Núñez, fue más cauto al ser consultado por el Centro Ecoceanos, respecto a este tema. “De acuerdo a los antecedentes que se disponen en la actualidad, no existe suficiente información para aseverar el nivel de riesgo que enfrenta el patrimonio dulce – acuático nacional. También se refirió con cautela a los posibles impactos al sector turismo.
Circunstancialmente podría verse afectada la actividad del turismo, si las floraciones que presenta esta microalga modifican el paisaje de los cuerpos de agua invadidos”. 

HIPÓTESIS SOBRE LA INTRODUCCIÓN DEL ALGA DIDYMO
Leonardo Núñez, plantea que actualmente y con los antecedentes disponibles, no se han establecido hipótesis respecto de las causas que ocasionaron la introducción de esta especie exótica invasiva. “De acuerdo a lo señalado en la literatura específica, la dispersión del alga Didymo se debe tanto a vectores naturales, como antrópicos”.

Explica que “como ejemplo de diseminación a través de vectores naturales, se puede indicar la posibilidad que células de D. geminata y luego de pasar por el tracto digestivo de aves, animales sean depositadas en otros cursos de agua. Asimismo, el mucílago que esta alga genera, producto de sus floraciones, puede adherirse a las patas, plumas y/o pelo de animales y de esta manera ser transportado o por acción del viento se puede presentar una dispersión localizada de material mucilaginosa. Cabe indicar que en un mismo cuerpo de agua además se produce dispersión del alga a través de los propágulos de mucilago”.

Nuñez señala que “entre los vectores antrópicos y como principal mecanismo de dispersión reconocido, se encuentran las actividades que se desarrollan en río y lagos, kayacking, rafting pesca recreativa e incluso acuarismo, debido esto principalmente a la movilidad de los practicantes de estas actividades, entre diversas partes del mundo y entre cuerpos de agua cercano”.       

En tanto, el experto del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia asegura que “las principales hipótesis apuntan hacia la introducción de esta micro alga por vectores humanos, principalmente por un trasporte a través de equipos o materiales que tomaron contacto con el alga en ríos extranjeros y que no fueron limpiados o secados adecuadamente. Posteriormente, estos equipos, ingresaron al país y fueron utilizados en nuestros ríos. Estos fomites corresponderían principalmente a equipos de actividades recreativas como lo pueden ser botes, kayaks, balsas de rafting, equipo de pesca, etc”.

En esta misma línea, Carolina Díaz, Doctora (c) en Ciencias en Ecología y Biología Evolutiva (EBE) afirma que “básicamente se cree que se trata de introducción antrópica de la especie al país, ya que ésta no era detectada en Chile desde los años 60s en Río Cisnes (XI Región) y Lago Sarmiento (XII Región). No se descarta la introducción por pesca deportiva (botas o instrumentos), por deportes acuáticos (kayaking) o incluso por investigación científica (botas, zodiac, instrumentos, etc)”. Pero además, la investigadora agrega que “no descartaría que la diatomea pudiera llegar a través de los ríos/lagos que son compartidos con Argentina y que actualmente se encuentran con el mismo problema”.

Según Díaz, “en ningún caso se realiza control del material ingresado al país por aduana y no hay especificación de medidas preventivas para evitar la introducción de microalgas como D. geminata (ni para ninguna otra). El aislamiento geográfico de nuestro país, sólo ayudaría al desarrollo de la diatomea si es, primero introducida y luego si encuentra aquí las condiciones apropiadas para su desarrollo, pero requiere evaluación”.*****FIN*****

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