martes, 5 de abril de 2011

En España la energia eólica supera a la nuclear como fuente de generación eléctrica

En la política energética chilena, lo medieval no está en lo que plantea la gente, sino en las intenciones del gobierno, que sigue anclado verdaderamente a los intereses y las opciones del pasado.
04 de Abril, 2011 00:04 / Por José Luis Pizar...
Un parque eolico español
Entre el alud de informaciones dramáticas sobre la salud del mundo que diariamente recibimos, con la crisis de la central atómica de Fukushima en primer plano, llega desde España una noticia estimulante, que aunque circuló profusamente en los media españoles, tuvo poca resonancia en Chile. La eólica supera a la nuclear como primera fuente de generación de luz apuntaba el decano madrileño ABC, mientras su concurrente barcelonés La Vanguardia titulaba la eólica fue la energía que más electricidad generó en marzo y cubrió el 21% de la demanda.
Esto sucede mientras en nuestro país los gestores y constructores de plantas termoeléctricas siguen presionado para instalar nuevas centrales a carbón - contaminantes y de bajísimo rendimiento calórico - y cuando el ministro Goldsborne se permite acusar a los que se oponen a la energía nuclear, de tener una visión medieval.  En el mismo frente, Hidroaysén nos sigue bombardeando con su publicidad que busca hacernos creer que pronto nos quedaremos a oscuras si no se acepta instalar las represas en los ríos Baker y Pascua.
En ese contexto, en que gana el que empuja más y con más medios publicitarios, es evidente que la noticia española tenía poco espacio ¡no vaya a suceder que los incómodos y molestos ecologistas chilenos se enteren!
España, con una potencia instalada de unos 97 mil Mw en 2010 y una producción mensual promedio de 22 mil Gwh (seis veces la capacidad y un cuarto de la producción chilena), tiene una matriz energética relativamente diversificada gracias a las políticas voluntaristas del Estado, que han hecho crecer exponencialmente las energías no convencionales como la eólica y la solar. A fines del 2010, la energía nuclear, con ocho reactores, representaba menos del 8% de la capacidad de producción eléctrica, con la importancia relativa en franca regresión porque el parque ha permanecido constante y no se han construido nuevas. La energía eólica en cambio, representa más de un quinto de la capacidad instalada, y muestra un crecimiento notable (30% de un año sobre otro) en el último decenio, absorbiendo buena parte de la demanda incremental anual.
Sin embargo, se podría decir que la que comentamos es una “noticia anunciada” puesto que el sistema eólico español ya había producido su máximo histórico de energía el 9 de noviembre pasado, con casi 15 mil Mw, o sea casi la mitad de la generación instantánea de ese día y el doble de la capacidad de generación de las seis centrales nucleares que existen en España.
¿Por qué es importante esto? Porque vemos cómo el estado español fuerza y dirige voluntariamente las inversiones hacia las energías renovables alternativas y menos contaminantes, mientras en Chile seguimos revolcándonos en la disyuntiva si o no a la energía nuclear, si o no a las plantas de carbón pulverizado, al paso que vemos a los conglomerados monopólicos pesando en las decisiones gubernamentales, como se ha visto recientemente en los casos de AES Gener en Puchuncaví, CGX - Central Castilla y también en Hidroaysén. En Arica misma, tendremos próximamente al final de la calle una central accionada con motores diésel que funcionarán con el peor pero más barato de los gasóleos disponibles, mientras al lado de esa planta tenemos la inextinguible “fuerza del sol”.
Demuestra también que es perfectamente posible quebrar las tendencias, si quiere redirigir o estimular las inversiones hacia lo que es mejor para el ambiente y ahí radica justamente nuestro problema país, porque resulta cada vez más evidente que lo que quiere el gobierno no es lo mejor para la población. Los intereses del gobierno calcan (se adecuan a) los intereses de las empresas, mientras los intereses de la gente son la energía limpia y barata. La elevada concentración de la generación eléctrica con tres empresas: Endesa, Colbún y AES Gener controlando un 83% el total de la electricidad que se produce en Chile, es seguramente la causa principal de esta situación puesto que se sabe del pésimo efecto que los monopolios tienen sobre la libre concurrencia.
En resumen, todo indica que lo medieval no está en lo que plantea la gente, sino en las intenciones del gobierno, que sigue anclado verdaderamente a los intereses y las opciones del pasado.

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