Blogpost por Sarah Shoraka - 7 de abril de 2011 a las 08:00
greenpeace.org/international
La mayoría de las selvas tropicales que quedan en el mundo están en países en desarrollo. Por lo tanto, tiene sentido que las naciones más ricas proporcionar dinero para protegerlos, ya que son responsables de una mayor proporción de las emisiones mundiales, por no mencionar el hecho de que comprar la mayor parte de los productos de destrucción de los bosques.
En Cancún un acuerdo formal para proveer fondos para los bosques se ha creado, además de garantías para la biodiversidad y las personas que viven en los bosques. Con el fin de poder aplicar para recibir dinero del fondo de protección de los bosques, la selva los países tienen que presentar un plan que detalle cómo el dinero será utilizado para proteger los bosques y reducir las emisiones.
Tendría sentido para solicitar la ayuda de expertos supone que tienen el respeto de los donantes. Así que esto es lo que varios países hicieron selva. Pero aquí es donde el proceso empezó a ir mal.
Introduzca McKinsey
Varias naciones selva llamada en la gestión de la consultora McKinsey. Cuando los gobiernos de los donantes comenzaron a hablar de dinero para la protección de los bosques hace unos años, McKinsey comenzó a posicionarse como los consultores de elección en este asunto. Con oficinas a nivel mundial, un enfoque aceptado a la economía de carbono y muchos de la revista FORTUNE entre las "más admiradas" Las empresas en su lista de clientes, la selva naciones podrían estar seguro de que poner en McKinsey daría la credibilidad necesaria para conseguir sus propuestas de financiación más allá de la los países donantes.
Ha llevado a nuestros expertos que trabajan en ambos países la selva y de los donantes de varios meses para ir a través de estos planes para la financiación forestal. Se miraron los planes previstos por Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Guyana y la República Democrática del Congo. Todos ellos están plagados de errores e imprecisiones, hacer suposiciones no probadas, y no incluyen las garantías establecidas por las naciones en las negociaciones del clima de Cancún.
Todas ellas se basan en el asesoramiento de McKinsey, que no aborda los verdaderos impulsores de la deforestación y no conduciría a su fin en la destrucción o degradación de bosques en cualquiera de los casos investigados. Estos planes de protección de los bosques en realidad podrían financiar aumento de la deforestación y el aumento de las emisiones.
Usted puede leer todos los detalles en nuestro informe Bad Influence - como McKinsey inspirado en los planes de llevar a destrucción de la selva .
Hay buenas noticias sin embargo. No es demasiado tarde para revertir esto la mayor cantidad de dinero para implementar estas propuestas aún no ha sido entregado. McKinsey puede reparar el daño, salvar su reputación y ayudar a que países con selvas tropicales en el camino correcto a la protección de los bosques y la reducción de las emisiones mediante la revisión y la revisión de sus resultados.
Mientras tanto la selva naciones y los países donantes no debería encargar o financiar a ningún trabajo adicional de McKinsey hasta el asesoramiento de la empresa da prioridad a poner fin a la deforestación y prevenir la destrucción de los bosques en zonas de riesgo.
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