miércoles, 21 de septiembre de 2011

Producción mundial de alimentos puede descender por deterioro del medio ambiente: experto de FAO


mié 21 de sep, 2011 a las 15:41
La producción mundial de alimentos, que ha experimentado un crecimiento paulatino en las últimas décadas, podría llegar a su pico más alto en los próximos años y comenzar a bajar por el deterioro de los recursos naturales y la diversidad genética, advirtió un experto de la FAO.
El especialista de la División de Tierras y Agua de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Paolo Groppo, destacó cómo la producción agraria vinculada a los alimentos "está a punto de llegar a su cénit" y el aumento que venía experimentando está comenzando a frenarse.

Tras ese posible descenso en la producción de alimentos se encuentra el agotamiento de las tierras más productivas, que van camino de convertirse en un recurso escaso, dijo Groppo a Efe en la ciudad española de Gijón (norte), donde asiste al Congreso Mundial de Bioética.


La cantidad de hectáreas de suelo de "clase A", las de mayor capacidad productiva, "está limitada y cada vez es menor", por la expansión de las zonas urbanas, y su calidad "disminuye" por la súper-explotación y el uso de productos químicos y de semillas adulteradas por procedimientos genéticos, añadió.


La FAO está modificando su concepción tradicional sobre la producción primaria, basada en dar prioridad a la tecnología, y se orienta hacia una perspectiva distinta, que coloca al campesino y al medio ambiente "en el centro del debate", afirmó.

Groppo se manifestó a favor de extender a la mayor parte del mundo el programa Sistema Imaginativo de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAN), que desde hace unos años se está desarrollando en algunos países de África, Asia e Iberoamérica, sobre comunidades rurales.

Según explicó, el proyecto parte de la base de ver la producción rural desde una perspectiva no puramente economicista, sino como un patrimonio más vinculado a la cultura.

En ese sentido, destacó cómo en el altiplano andino, en Perú y en Bolivia, existen unas 3.000 variedades de patatas distintas, cuya diversidad sólo está preservada por la tradición de las pequeñas comunidades indígenas y que no es valorada en el mercado.

Las denominaciones de origen y una gastronomía que le dé a esos productos ecológicos un valor agregado puede contribuir a mejorar los precios en el mercado y consecuentemente mejorar la vida de las familias que los cultivan.

Groppo también defendió la restitución de las tierras a las comunidades indígenas como algo que puede contribuir a mejorar el patrimonio cultural y medioambiental en zonas económicamente deterioradas.

El 70 % del hambre mundial se concentra en las zonas rurales, lo cual es paradójico, porque se produce precisamente donde existen los recursos básicos para la producción de alimentos. EFE


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