martes, 26 de octubre de 2010

Denuncian desinterés del Ejecutivo por frenar cultivo de maíz transgénico



El reporte sobre los daños ocasionados por maíz transgénico fue entregado en septiembre de 2009. Foto: OEM-Informex
Organización Editorial Mexicana 25 de octubre de 2010

Juan Garciaheredia / El Sol de México

Ciudad de México.- Existen oídos sordos de parte del presidente Felipe Calderón a los llamados de alerta de científicos contra los peligros del maíz transgénico, pues no respondió a un extrañamiento que se le entregó desde el 29 de septiembre de 2009 para que prohíba ese tipo de grano, según informes de Elena Álvarez-Buylla Roces, investigadora titular del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En su oportunidad, Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace, denunció que se han autorizado 14.4 hectáreas para siembra experimental de maíz transgénico en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Chihuahua. Además, dijo, están pendientes por resolverse 47 solicitudes para esa clase de sembradíos, hechas por parte de empresas como Monsanto.

Elena Álvarez-Buylla Roces, también coordinadora general de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), manifestó que el maíz nativo es la base de la soberanía y seguridad alimentaria en la República, lo cual se vería seriamente amenazado en caso de liberarse la siembra a campo abierto del maíz transgénico, por los riesgos que implica en la salud, ambiente, condiciones económicas y de sustento de las comunidades rurales.

En Sudamérica ya hay siembras masivas de transgénicos, con uso de tóxicos que son asociados a malformaciones de niños al nacer y la triplicación de cáncer y otras enfermedades, de acuerdo con la especialista.

Recordó que el 29 de septiembre de 2009 le enviaron al presidente Felipe Calderón un extrañamiento sobre maíz transgénico, el cual resume una gran cantidad de argumentos científicos sólidamente documentados que demuestran que la liberación de esa clase de producto en México puede implicar riesgos irreversibles, de grandes alcances en salud, ambiente, integridad de los maíces nativos y en los agroecosistemas.

Ese extrañamiento se le entregó directamente y bajo firma al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, y a funcionarios que tienen que ver con la bioseguridad en el país, pero no hubo respuesta, subrayó Elena Álvarez-Buylla Roces.

Fuente: El Original

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