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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Oso de anteojos


El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), también conocido como oso frontino, oso andino, oso sudamericano, ucumari y jukumari, es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los úrsidos. Es la única especie de los úrsido que existe actualmente en Sudamérica.


Lo que más caracteriza a esta especie es la presencia de manchas blancas o amarillentas en torno a los ojos, que en ocasiones llegan a la zona de la garganta y pecho, aunque en algunos especímenes pueden faltar totalmente las manchas claras en el rostro.

El patrón del dibujo de tales manchas varía de un individuo a otro. El color de pelaje más común es el negro, aunque se encuentran ejemplares de color marrón y, con mucha menor eventualidad, de color rojizo.Es uno de los mamíferos sudamericanos de mayor alzada. Su cabeza es grande en relación al resto del cuerpo (característica en común con el panda gigante), posee poderosa mandíbula teniendo el cráneo dos importantes fosas maseteras.

Su cuerpo llega a medir 1,8 m pero en la actualidad es más frecuente encontrar ejemplares de 1,5 m. El peso de los machos adultos ronda los 140 kg. Sus garras muy adaptadas para trepar a los árbolesposeen afiladas uñas. Habita casi exclusivamente los bosques húmedos andinos con precipitaciones anuales superiores a los 1.000 mm (zonas perhúmedas), aunque también se le encuentra en páramos y zonas semiáridas cuyas precipitaciones rondan los 250 mm.

En el 2004 se consideraba que en toda Sudamérica quedaban unos 18.250 osos de anteojos en vida silvestre. La mayor parte de la población se encuentra en Perú, seguido por Colombia, Bolivia y Ecuador.

Fuente: Wikipedia. Información general sobre El oso de anteojos o “Tremarctos ornatos” (en línea).
Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Tremarctos_ornatus

Fotos: Wikimedia Commnos
Autores: Ltshears, Lars Haefner, Jamil , Remi Mathis , Kuribo

Los páramos colombianos desaparecerán si aumenta la temperatura global


Bogotá, 23 de noviembre — Greenpeace presentó el informe Cambio Climático: futuro negro para los páramos, que describe el alto valor ecológico de estos ecosistemas de montaña, así como su vulnerabilidad ante escenarios de calentamiento global.

Los páramos son unos ecosistemas típicos de las altas montañas de la cordillera de Los Andes y en ellos nacen un gran número de quebradas y ríos lo que, sumado a las frecuentes lluvias, los hace bastante húmedos. Por ello, sus suelos son pantanosos y parecen como una esponja. Muchas de las plantas que viven en éstos ecosistemas son aterciopeladas para resguardarse del frío y para retener la humedad de la neblina.

Una de las funciones más importantes que cumplen estos ecosistemas es la de regular el ciclo del agua de la naturaleza. Tanto el suelo como la vegetación actúan como una “esponja” que en invierno es capaz de absorber una gran cantidad de agua proveniente de las lluvias. En verano, cuando hay escasez de lluvias, el páramo continúa escurriendo poco a poco el agua absorbida y los ríos pueden mantener una gran parte de su caudal. Por esta razón, los habitantes de ciudades como Bogotá, Cali o Medellín tienen agua constante a lo largo del año y no se preocupan porque en verano casi no haya lluvias.

No obstante, los páramos están siendo degradados debido al cultivo de papa o la introducción de ganado de gran escala, lo que altera sus funciones ecosistémicas y ambientales. Sumado a lo anterior, el descontrolado calentamiento global afecta también a los páramos ya que al aumentar la temperatura, las especies que están adaptadas a las condiciones típicas del páramo deben migrar a sitios más altos y fríos en busca de las condiciones ideales para su supervivencia. Con el tiempo, todo el ecosistema migra a las partes más altas de las montañas debido al cambio de clima.

“La presión hacia arriba que ejerce el aumento de la temperatura debido al calentamiento global hace quelos páramos cada vez encuentren menos espacio. A medida que asciendan a las cumbres estos irán desapareciendo, en un efecto lento pero irreversible. Por eso el impacto del cambio climático en los páramos debe ser esgrimido por el presidente Uribe/gobierno de Colombia para demandar que en Copenhague se firme un acuerdo legalmente vinculante para ponerle un freno al cambio climático”, señaló Gonzalo Strano.

En 12 días los gobiernos del mundo se darán cita en la Cumbre sobre Cambio Climático de Copenhague, donde se espera que acuerden un tratado obligatorio y legalmente vinculante que le dé continuidad al Protocolo de Kioto despúes de 2012 y que contemple: que el pico de emisiones globales se alcance en el año 2015, descendiendo luego tan rápido como sea posible para acercase lo más posible a cero para mediados de siglo; reducciones ambiciosas de emisiones en los países desarrollados de al menos un 40% en relación niveles de 1990 para el 2020; detener la deforestación a fin de llegar a la deforestación cero para 2020; acciones de mitigación en los países en desarrollo, financiadas por los países desarrollados, a fin de que paulatinamente reduzcan entre 15 y 30% sus emisiones para el año 2020.

Los puntos anteriores constituyen lo mínimo necesario para mantener el aumento de la temperatura global del Planeta lo más abajo posible de los 2ºC. y para evitar que en Colombia, entre otros impactos, desaparezcan para siempre los páramos.

Nota

(1) Para descargar el informe “Cambio Climático: futuro negro para los páramos” haz click aquí.

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El reclamo de más de 50 mil colombianos lleva a Uribe a la cumbre climática de Copenhague


Bogotá, 9 de diciembre – El presidente colombiano Alvaro Uribe escuchó finalmente el reclamo de más de 50 mil ciudadanos y confirmó este miércoles que concurrirá a la Cumbre Climática de Naciones Unidas que comenzó el domingo en Copenhague (Dinamarca).
La decisión de Uribe fue tomada luego de la fuerte presión pública ejercida por miles de colombianos que se reclamaron al presidente un firme compromiso para detener el cambio climático, luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores (1) informara a Greenpeace que la delegación colombiana ante la cumbre climática iba a estar presidida por el ministro Carlos Costa.

“Celebramos que el presidente haya atendido el reclamo de miles de colombianos. El futuro de los páramos, de todos nosotros y de las generaciones futuras se decidirá en los próximos días en Dinamarca yUribe no podía faltar a la cita”, declaró Gustavo Ampugnani, coordinador político para América Latina desde Copenhague.

Como una forma de ilustrar el pedido del pueblo colombiano, Greenpeace realizó este miércoles una colorida protesta en donde las estatuas de los principales próceres nacionales le reclamaron al presidente que cumpla con su deber patriótico de representar al país en la trascendental cumbre de líderes del mundo y que defienda a los páramos de las consecuencias del cambio climático.

En forma simultánea con la demostración de Greenpeace, el Gobierno de Colombia anunció oficialmente que el presidente Uribe concurriría a la cumbre climática, respondiendo, de este modo, al reclamo de la organización ambientalista y de miles de colombianos que se manifestaron a través de página webwww.greenpeacecolombia.org


No obstante la confirmación de que el presidente concurrirá a la cumbre, la organización ecologista expresó su preocupación por las declaraciones oficiales en el sentido de que Colombia espera que en Copenhague se logre un acuerdo político con compromisos claros para la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante durante 2010 (2).

Greenpeace considera que contraponer la opción de un acuerdo “políticamente vinculante” a uno “legalmente vinculante” en Copenhague sólo contribuye a bajar las expectativas de alcanzar un tratado que nos aleje de un cambio climático catastrófico, además de crear una ola de apatía entre la clase política y el público en general evadiendo la pregunta de qué se necesita hacer para evitar un desastre de escala inimaginable.

“Esperamos que el presidente Uribe, ahora que ha confirmado su presencia en Copenhague, se sume al reclamo de los líderes que exijan un acuerdo ‘legalmente vinculante’ en el que quede claro a qué se compromete cada país para reducir drásticamente sus emisiones a partir de 2015 y qué naturaleza legal tendrán esos compromisos”, señaló Ampugnani.

Notas:

1.- Carta del Ministerio de Relaciones Exteriores DAM/CA No 65514 de fecha 2 de diciembre de 2009.

2.-Boletín Ministerio de Relaciones Exteriores: Colombia espera compromisos ambiciosos para reducir emisiones de efecto invernadero


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