martes, 26 de julio de 2011
Puma pasos por delante de Nike y Adidas en el Desafío de desintoxicación
miércoles, 27 de enero de 2010
PECADO CONTAMINADO
Acerca del mercurio y las plantas de cloro-álcali
Tanto la Unión Europea y la Administración Americana, como la Organización Mundial de la Salud ( OMS ), han reconocido el peligro para la salud de consumir el mercurio y metilmercurio que se encuentra acumulado en determinados pescados, como el tiburón, el blanquito o el pez espada.
El Directorado General para la Salud y la Protección al Consumidor de la Unión Europea, la Autoridad Europea sobre Seguridad Alimentaria ( EFSA ) y la Agencia estadounidense para los Fármacos y los Alimentos ( FDA ) han publicado sendos comunicados en los que alertan sobre los riesgos que estos productos marinos pueden tener para las mujeres embarazadas.
El modo en cómo esta alerta alimenticia está siendo transmitida a la opinión pública es muy diferente de un país a otro. Mientras que en países como Estados Unidos y Reino Unido esta información está al alcance de los ciudadanos, en España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria ( AESA ) ha decidido no informar directamente al público, sino sólo a través de los profesionales médicos.
Oceana está trabajando para asegurar que esta información crucial sea transparente, pública y de fácil acceso. Evitar o limitar este conocimiento en el público general, sólo puede contribuir a confundir y alarmar, cuando, por otro lado, un conocimiento racional podría ayudar a los europeos a tomar una decisión sobre cómo quiere organizar su dieta, sin adivinanzas o dramatizaciones extremas.
Una de las principales fuentes de mercurio antropogénico ( originado por actividades humanas ) es la industria del cloro-álcali, la cual usa una tecnología obsoleta basada en células de mercurio para producir cloro. La mayoría de las plantas europeas disponen ya de tecnologías alternativas que no necesitan utilizar este peligroso metal, pero todavía hay unas 40 plantas utilizando este método innecesariamente.
Otra de las fuentes más importantes de emisión de mercurio al medio ambiente son las plantas de energía que utilizan carbón y las incineradoras de basuras. Pero mientras en estos casos el mercurio es más difícil de eliminar o prevenir, para las plantas de cloro existen desde hace años sistemas que no necesitan utilizar este metal, por lo que su contaminación es 100% prevenible.
La Convención Oslo - París ( OSPAR ) para la protección del Atlántico Noreste acordó una progresiva eliminación de estas plantas en toda la zona atlántica de Europa para el 2010, y la Unión Europea ha decidido que la eliminación de estas plantas en los estados miembros se debe llevar a cabo antes del 2007. Mientras tanto, la asociación de los fabricantes de cloro, Euroclor, con una producción anual de 240.000 millones de Euros, está intentando retrasar estas medidas y continuar emitiendo peligrosas cantidades de mercurio a la atmósfera, ríos y mares del planeta hasta 2025.
Oceana apoya la propuesta de la Unión Europea y firmemente rechaza cualquier prolongación que signifique usar tecnología a base de células de mercurio, ya que iría en detrimento de la salud de los ciudadanos.
Se estima que cada año unos 630.000 niños nacen en los Estados Unidos con peligrosas concentraciones de mercurio procedente de esta contaminación. Y en Europa esta cantidad podría ser mayor.
Pídele a tu gobierno que te mantenga adecuadamente informado sobre estas alertas alimenticias y te dé la oportunidad de tomar una decisión documentada, en el caso de que quieras controlar lo que comes y proteger tu salud.
Fuente: http://oceana.org/sp/europa/campanas/pescado-contaminado/
La justicia de EEUU tomará hoy declaración en Cartagena (Murcia) a un afectado murciano por amianto
El denunciante estuvo en contacto “continuo con amianto desde 1970 hasta 1999 porque su trabajo de mantenimiento de barcos se lo exigía, y fue lo que produjo la enfermedad que actualmente padece y que fue diagnosticada en 2008″
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Martes, 26 enero 2010
La justicia de los Estados Unidos tomará hoy declaración en Cartagena (Murcia) a un vecino de este municipio que interpuso una denuncia contra 22 empresas norteamericanas relacionadas con la fabricación y exportación de amianto, a las que responsabiliza del cáncer de pleura (mesotelioma) que padece presuntamente por la exposición continuada a este producto desde 1970 hasta 1999.
En concreto, el Hotel Alfonso XIII de Cartagena será el escenario donde la justicia estadounidense tomará declaración al cartagenero afectado presuntamente por amianto que interpuso una demanda en Nueva York (Estados Unidos) en agosto de 2009 a través del despacho socio americano, Seeger & Weiss, y que exige por primera vez en la historia de España indemnizaciones a las 22 empresas norteamericanas.
En este sentido, la abogada demandante y representante del murciano, Andrea Peiró, puso de manifiesto la “perjudicialidad del peligroso material”, y señaló que “todo aquel que haya estado en contacto con el amianto, sea de la manera en que sea esta exposición, laboral o ambiental, está en peligro de padecer asbestosis o mesotelioma, dos enfermedades que en el mejor de los casos no tienen tratamiento eficaz y en el peor permitirá únicamente al paciente vivir durante una media de siete meses”.
Así pues, un oficial del juzgado del Estado de Pensilvania se trasladará para tomar declaración al demandante en la sala Don Álvaro del hotel Alfonso XIII de Cartagena, que se convertirá en la sede temporal de la justicia estadounidense durante un mínimo de un día y un máximo de siete, ya que la salud del demandante “es la prioridad en este momento y lo que ha provocado el desplazamiento de la parte demandada y de la justicia de Estados Unidos”. Allí, el perjudicado realizará su declaración ante las 22 empresas americanas demandadas, acto que se retransmitirá vía satélite con Estados Unidos.
Desde que los socios americanos de Oria, Peña, Pajares y Asociados presentaran la reclamación en agosto del 2009, el despacho de abogados logró “de forma pionera en España, un acuerdo por el cual, una de las empresas demandadas ha indemnizado al afectado por una cifra de 35.000 dólares”.
Este tipo de compensación, según el despacho de abogados “puede abrir una camino de esperanza para conseguir nuevas indemnizaciones con el resto de empresas demandadas”. Además este caso “servirá de precedente para miles de víctimas o familiares de fallecidos por cáncer de mesotelioma y otras enfermedades derivadas de la exposición de amianto y que puedan acceder a una compensación desde Estados Unidos por el daño causado”, precisó. El despacho de abogados señaló que el amianto “es una fibra de origen mineral que ha sido usada en un amplia variedad de productos, incluyendo a los aislamientos de las viviendas y oficinas, dada su resistencia térmica y propiedades ignífugas que dicho material tiene”.
Al respecto, precisó que “se ha podido comprobar que a pesar de que el amianto tiene muchas cualidades útiles en la construcción de edificios, miles de personas han fallecido como consecuencia de la inhalación de amianto”. “Se calcula que hasta 2030 morirán en España 50.000 personas por cáncer relacionado con el amianto ya que en España mueren cada año 1.200 personas”, según el despacho, que indicó que la exposición al amianto “se ha reflejado como la causa probable de un gran número de enfermedades mortales como son la asbestosis y el mesotelioma que es un tipo de cáncer que se desarrolla en el pecho y en las cavidades abdominales”.
El bufete de abogados explicó que “también hay buenas noticias para otros afectados españoles, ya que a través de las gestiones que Oria, Peña, Pajares y Asociados están tramitando ante los Fondos por amianto en Estados Unidos van a percibir 15.000 dólares como compensación por el trabajo que realizaron en buques de procedencia norteamericana donde estaban expuestos a los peligros del amianto”.
Al ser un proceso “cerrado y acordado a través del despacho español, los solicitantes tan sólo deben tramitar la reclamación ahorrándose procesos largos y burocráticos”.
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Enlace permanente: http://geagreennews.com/not/544/la_justicia_de_eeuu_tomara_
martes, 26 de enero de 2010
Tóxicos
Derecho a saber
La ciudadanía tiene derecho a saber qué tipo de contaminantes hay o puede haber en el agua que bebe, los alimentos que ingiere o el aire que respira. En México, por razones oscuras, las empresas no quieren informar a la ciudadanía acerca de las sustancias que utilizan y los desechos que generan, pese a que en Estados Unidos y Canadá ya lo hacen.
gobierno. Por una parte, permite adoptar las medidas de protección pertinentes, especialmente en las poblaciones aledañas a industrias generadoras de contaminantes tóxicos. Asimismo, la información proporcionada por las industrias relativa a la cantidad y tipo de contaminantes que vierten, emiten y descargan al ambiente, es útil para las autoridades ambientales ya que con base en ella pueden tomar medidas preventivas, correctivas, desarrollar programas de reducción en la generación de desechos e incluso hacer efectivo el derecho constitucional de los ciudadanos a la salud y a un medio ambiente adecuado para el bienestar y el desarrollo.
Dada la importancia de conocer la gran cantidad de contaminantes que circulan en nuestro ambiente se creó, en el marco de varios acuerdos internacionales, el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) que es simplemente el instrumento a través del cual se concretiza el derecho a saber. En México el RETC ha funcionado de manera voluntaria y ahora se pretende que sea obligatorio, sin embargo las industrias y algunas autoridades están boicoteando el reglamento que lo hará forzoso.
Estocolmo, una victoria
Lo que ya no pueden eludir es el Convenio de Estocolmo. Conforme a este acuerdo internacional, activamente promovido por Greenpeace, al menos 50 naciones están obligadas a impedir la producción, uso y liberación al medio ambiente de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), sustancias sumamente tóxicas que ya se han acumulado en los tejidos de casi todos los seres humanos y que incluso llegan hasta las regiones más apartadas del planeta.
Ejemplos de los COPs son plaguicidas peligrosos como el DDT, químicos industriales como los PCBs y subproductos indeseables como las cancerígenas dioxinas. Este acuerdo, que incluso prohíbe la invención de nuevos COPs, entró en vigor a partir de mayo de 2004 con el propósito de dar una esperanza de vida saludable a las siguientes generaciones.
México es uno de los países que se comprometió a observar sus disposiciones. Eso es alentador, pero aún queda mucho por hacer en nuestro país.
Pilas y baterías, un riesgo cerca de nosotros
Por lo menos 30 por ciento de cada pila está constituida por compuestos tóxicos, tales como mercurio, plomo, litio, cadmio y níquel y se estima que cada mexicano utiliza un promedio de 10 pilas al año, muchas de ellas "piratas". No obstante, las autoridades no dan a este problema el tratamiento debido.
Conoce el trabajo que realizamos acerca de este tema, haz click aquí.
Basura electrónica y tóxicos en la producción
El vertiginoso crecimiento en la fabricación de productos electrónicos está generando montañas de desperdicios que no pueden ser tratados como basura convencional, pues contienen sustancias peligrosas que afectan a la salud y al ambiente. Los trabajadores en las industrias maquiladoras y los que reciclan los desechos de estos productos se ven expuestos a dañinas concentraciones de plomo, mercurio, cadmio, PVC, cromo hexavalente y retardantes de fuego bromados, entre otras sustancias tóxicas.
Si terminan en tiraderos, la degradación de los productos electrónicos libera dichas sustancias tóxicas al ambiente. Por ello, los fabricantes deben comprometerse a no usarlas en sus productos. En este sentido, Greenpeace ha conseguido que algunas importantes empresas como Nokia, Samsung, Sony, LG y Hewlett Packard ya hayan asumido compromisos importantes, pero hay muchas más que no lo han hecho. Hacia ellas se orienta el trabajo de Greenpeace. (Si desea conocer la ubicación de estas empresas haga click aquí.)
Greenpeace considera que a toda la ciudadanía le asiste el derecho a una vida saludable y a conocer la calidad de su entorno. Por ello, seguimos trabajando a favor de procesos industriales limpios y para conseguir que el RETC sea obligatorio, para tener mayor certeza acerca de las sustancias químicas que manejan y desechan las industrias.
En esta tarea, tu ayuda es fundamental. Únete a Greenpeace.
sábado, 9 de enero de 2010
Toxinas, venenos "ecológicos"
Algunas de las sustancias tóxicas más potentes se generan en la naturaleza a partir de toda clase de seres vivos
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Sábado, 9 enero 2010
Un tópico erróneo suele inducir a pensar que lo “natural” es bueno en contraposición a lo “artificial”. Nada más lejos de la realidad. En la naturaleza hay gran cantidad de toxinas generadas o transportadas por microorganismos, plantas, hongos y animales de todo tipo. Estas sustancias tóxicas pueden generar diversos daños y, en algunos casos, incluso la muerte.
Las toxinas han surgido a lo largo de la evolución como una estrategia de conservación de los seres vivos para asegurarse la alimentación y defenderse de los enemigos. Miguel Motas, profesor titular de toxicología de la Universidad de Murcia, explica que son poderosas mezclas químicas de diversa índole, en su mayoría, proteínas y sustancias de bajo peso molecular, con capacidad para afectar a procesos vitales de la presa o del predador. Una toxina puede interferir en la transmisión neuromuscular, en la circulación sanguínea o en la permeabilidad de las membranas, como forma de garantizar el dominio sobre la víctima.
El tratamiento para eliminar las arrugas, conocido como botox, se basa en una toxina
Los científicos conocen una gran cantidad de toxinas, pero su número podría ser mucho mayor. Francesc Pérez, profesor asociado de farmacognosia y fitoterapia de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, señala que se ha estudiado un porcentaje muy pequeño de las especies actuales: casi un millón de seres vivos, entre ellos los artrópodos (también insectos), y entre uno y tres centenares de miles de plantas. El descubrimiento de nuevos productos tóxicos naturales se produce de forma continua, sobre todo en el reino vegetal. En algunos casos, estas sustancias se utilizan de forma beneficiosa. El tratamiento para eliminar las arrugas, conocido como botox, se basa en la toxina botulínica creada por la bacteria “Clostridium Botulinum”. La toxicidad de cualquier producto depende de la dosis. Un solo gramo de la toxina botulínica cristalizado, dosificado de forma adecuada, disperso en los alimentos o en el agua, o inhalado en forma de aerosol, mataría a más de un millón de personas: es la sustancia más tóxica que se conoce.
En España se pueden encontrar diversas toxinas en animales venenosos (víbora, escorpión, arañas), en multitud de especies vegetales (digital, hiedra, cicuta), en setas venenosas (amanita, boletus), en mohos tóxicos (penicillium, aspergillus) y en bacterias (clostridium, salmonella).
Toxinas animales
Hay pocos animales capaces de elaborar compuestos tóxicos. Miguel Motas asegura que, en ocasiones, se habla de toxinas en una especie pero no son producidas por ella, sino que actúa como vector (transmisor sin que a ella le afecte) de esa sustancia. La mayoría de las toxinas animales son proteínas bastante complejas. Una pequeña cantidad puede implicar efectos negativos, si bien suelen ser leves. Con frecuencia, el sistema digestivo las destruye: ingeridas por vía oral pierden a menudo su potencial tóxico.
Mamba verde
Entre los principales venenos animales conocidos destaca el de las avispas, las abejas, los escorpiones, las garrapatas y las serpientes. Su forma de actuar y sus efectos sobre el organismo de la víctima son diversos. Uno de los principales afectados es el sistema nervioso. Los tratamientos dependen del tipo de veneno. La mejor forma de tratar toxinas sintetizadas por insectos es mediante la aplicación de antihistamínicos. Los sueros antiveneno son la opción indicada en el caso de las serpientes.
En el medio marino también hay sustancias tóxicas. Los científicos las denominan “ictiotoxinas”. Las generan seres como las algas unicelulares o las vehiculan especies como los moluscos (bivalvos). Las mareas rojas son acumulaciones masivas de microalgas productoras de toxinas que pueden afectar tanto a la flora como a la fauna marina. Los seres humanos, a través del consumo de productos contaminados por estas algas, llegan a sufrir intoxicaciones.
El “escombrotoxismo” es una toxina habitual en caballas, atunes, bonitos, peces espada y emperadores mal conservados. Se cree que diversas bacterias transforman un aminoácido de la carne de estos peces en una sustancia alérgica. Los efectos abarcan dolores de cabeza y diarreas. La “saxitoxina”, un grupo de neurotoxinas vehiculadas por moluscos bivalvos, puede producir pérdida de sensibilidad en la cara y en la boca. En casos extremos, causa la muerte. La “tetradotoxina” es la más grave de las intoxicaciones por peces, ya que su mortalidad es superior al 50%. Muchos de los casos se detectan en Japón debido a la ingestión de gónadas (donde se produce la toxina), hígado o piel de peces (erizo y globo) de aguas cálidas.
Las bacterias crean muchos tipos de toxina, de las que gran parte se encuentran en el aparato digestivo. Bacterias como la E. Coli, Yersinia, Enterobacter, Salmonella, Staphylococcus o Shigella favorecen diversos efectos negativos en el organismo, como diarreas, úlceras o inflamación.
Los efectos tóxicos causados por hongos y setas son también muy conocidos. La ingestión de especies como la Amanita, Lepiota, Galerita, Clytocibe o Inocybe puede causar todo tipo de alteraciones gastrointestinales, dificultades respiratorias, daños en el hígado y hasta la muerte. Algunas clases de mohos, como Aspergillus flavus y parasiticus, afectan al hígado, riñón y médula ósea, producen cáncer, alteraciones en el feto y disminución de las defensas. Claves para evitar las toxinas de los alimentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cada día miles de personas mueren de enfermedades prevenibles transmitidas por los alimentos. Francesc Pérez apostilla que su causa principal son microorganismos patógenos. Para evitar estas intoxicaciones, la OMS aconseja:
- Mantener la limpieza: lavarse las manos antes y después de ir al baño, desinfectar superficies y equipos utilizados en la cocina y proteger los alimentos.
- Separar los alimentos crudos y cocinados: el uso de equipos y utensilios diferentes para cada tipo puede ser de gran ayuda.
- Cocinar al completo, en especial la carne, el pollo, los huevos y el pescado. Las sopas y guisos se deben hervir a 70°C.
- Conservar los alimentos de forma correcta: no dejar productos cocidos a temperatura ambiente más de dos horas o refrigerar lo más pronto posible los alimentos cocinados y los perecederos.
- Utilizar agua y materias primas seguras: lavar las frutas y las hortalizas y no consumir nada después de la fecha de vencimiento.
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