sábado, 20 de noviembre de 2010

Deshielo y catástrofe

Honduras, 20.11.10

¡A las barricadas! Da el grito de guerra el New York Times. En el delta del Misisipi, golfo de México, pueden quedar sumergidos 300 kilómetros de costa. El nivel del mar amenaza con tragarse grandes áreas de Holanda, Filipinas, Indonesia. En pocos días, el deshielo de Groenlandia se hará sentir en el Caribe. Se deshielan los Andes, los Himalayas, los cercanos Alpes, además de la Antártida.

Por primera vez desde que existen, las mediciones indican que el Atlántico, en torno a Cuba y Santo Domingo, podría subir un metro hacia 2100. El nivel del mar tardaría dos semanas en recoger, en el paralelo 70, el mensaje enviado por el paralelo 20. Vean el informe del Herald Tribune del sábado 13 noviembre: antes de 90 años, Shanghai quedaría en parte anegado, como Cádiz o San Juan de Luz. Sufrirían parecidas consecuencias India, Bangladesh, Malaysia o Vietnam.

En punta de vanguardia avanzan algunos culpables (grandes compañías petroleras, financiadoras en Estados Unidos de movimientos anticambio climático) y una masa de corderos, miles de millones de corderos que aceleran el paso, encantados de ir al matadero.

Los investigadores buscan la causa de la reducción de las capas de hielo. Necesitan sobre todo averiguar la velocidad a la que el hielo se funde. Necesitan calcular ese plazo para poder responder a la amenaza. El agua de los océanos, cree un grupo de observadores de la Universidad de Columbia, ha permanecido más o menos invariable en los últimos 5,000 años. Ha empezado a crecer en el siglo XIX, cuando los países avanzados comenzaban a generar energía a partir del carbón, luego del petróleo. Desde 1850, el nivel del mar ha subido 20 centímetros. Desde hace cien años, suecos, noruegos, finlandeses, daneses han adelantado su aviso, luego su alarma: pero aún con los canadienses, no llegan al 1% de la población mundial. En su informe de 2007, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, IPCC, grupo que asesora a las Naciones Unidas, previó para 2100 una subida del nivel del mar de 18 a 59 centímetros. El grupo advirtió que no podía incluir en el estudio la dinámica de los bloques de hielo desgajados de los bancos helados. Una vez separados, los icebergs vagarían a su aire —recuerden el Titanic— a medida que creciera la masa acuática. Entre los dos mil especialistas de los cinco continentes que componen el panel, 31 optaron por no firmar.

La información de los satélites confirma también la subida del nivel del mar. Dos investigaciones independientes, una del profesor alemán Stefan Rahmstorf, otra de Tad Pfeffer, glaciólogo de la Universidad de Colorado, llegan a parecidas conclusiones: de aquí a final de siglo, el mar podrá subir entre 75 y 200 cms, es decir, dos metros. Desde 2007, los datos del IPCC son más pesimistas. De aquí a 2100, la subida será superior a un metro. Un huracán en el golfo de México elevaría el nivel. La vida de Holanda depende de mantener a raya al mar del Norte: su presupuesto de obras públicas podrá crecer en vertical. En vez de convocar una cumbre de emergencia, Barack Obama y Hu Jintao pactaron ellos solos, entre sí, en Copenhague, 2009. Los dos mayores contaminadores lanzaron al mundo un mensaje inexplicable.

La Unión Europea no supo qué decir. Hizo como si callara, tras el atropello chinoamericano. (ABC)

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