sábado, 27 de noviembre de 2010

El mundo necesita que Cancún sea un éxito

El pasado año en Copenhagenlos gobiernos no fueron capaces de llegar al acuerdo multilateral que el mundo necesita para combatir el cambio climático. Es el papel de los gobiernos y de las Naciones Unidas proteger a los países, a las comunidades y a los ecosistemas vulnerables de los impactos del clima. 

Cancún es una oportunidad para demostrar liderazgo y asegurar que se dan los pasos necesarios para desembocar en un acuerdo justo, ambicioso y vinculante. Para ello, es necesario que los países mantengan posiciones que creen una dinámica positiva y acaben con el estancamiento que existe actualmente.

Esto se aplica especialmente a las grandes economías de los países desarrollado y en desarrollo: En concreto Estados Unidos, Unión Europea, Japón y Rusia, por un lado, y China, Corea del Sur, África del Sur, Brasil, México y la India, por el otro.

Se necesita ahora un esfuerzo colectivo, si bien diferenciado, de liderazgo político de estos países para salvar las dificultades que amenazan los esfuerzos internacionales multilaterales en materia de clima. Deben demostrar que están dispuestos a anteponer los intereses del mundo a sus propios intereses nacionales, y restaurar la confianza de los ciudadanos del mundo en la voluntad y la capacidad de sus gobiernos para abordar el cambio climático.

Los líderes mundiales actuales deben asumir la responsabilidad que históricamente les corresponde , y no evadirse trasladando el problema a las generaciones futuras.

Decisiones básicas a tomar en Cancún

En Cancún no es previsible que se cierre el acuerdo, pero es imprescindible que se avance en los siguientes aspectos y se despeje el camino que conduzca en 2011 al acuerdo ambicioso, justo y vinculante que el mundo necesita. En este sentido es necesario que La COP 16 de Cancún sirva para:

Reforzar el carácter multilateral y consolidar las Naciones Unidas como el Marco adecuado para el mismo.

• Asegurar que la forma jurídica final sea un acuerdo jurídicamente vinculante.

• Establecer los elementos clave en materia de Adaptación, REDD+, Financiación, Mitigación, Tecnología, Informes y verificación, que aseguren un nivel de ambición suficiente, y definan de forma explícita su contribución a un acuerdo jurídicamente vinculante.

Establecer para el periodo 2013‐17 un segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto, así como otras series de disposiciones, vinculadas a un acuerdo legal comparable para los países no incluidos.

Reconocer formalmente la gran brecha existente entre las “promesas” de reducción o limitación de emisiones del Acuerdo de Copenhague y los compromisos necesarios para tener garantías de que no se supera el límite de aumento de temperatura por encima de 1,5º C y asegurar la supervivencia de países, pueblos, especies, comunidades y ecosistemas más vulnerables.

Establecer el proceso para reducir esta brecha de gigatoneladas de emisiones, empezando por regular las emisiones del sector marítimo y la aviación, y evitar la duplicación en la contabilidad de las reducciones de emisiones.

• Establecer un marco financiero reformado, que sea equilibrado y gobernado con equidad que facilite nuevos fondos para el clima y clarifique las relaciones con otros organismos para garantizar la gobernabilidad. Diseñar una hoja de ruta para la creación de fuentes públicas innovadoras a la escala requerida, y comprometer por lo menos 100 mil millones de dólares/año de fondos públicos a partir de 2013.

¿Qué pide WWF?

Además, desde WWF España pedimos que nuestro país asuma un papel proactivo como parte de la Unión Europea, y manifieste de forma explícita el apoyo a que la UE asuma el objetivo incondicional del 30% de reducción de emisiones para 2020, y que dicho compromiso se haga público en la Cumbre de Cancún, lo cual facilitará a la Unión Europea recuperar el liderazgo perdido en Copenhague.

Cancún debe ser un éxito y debe colocarnos firmemente en la ruta hacia un acuerdo global ambicioso, justo y vinculante.

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