sábado, 25 de diciembre de 2010

Ideas para reducir los residuos después de Navidad

jueves 23 diciembre 2010
Si eres de los que celebran estas fiestas con comilonas, regalos a tutiplén, tarjetas y adornos navideños… quizás te vengan bien estos consejos para que el día después no sea un atentado ecológico en toda regla. Aunque hayas elevado tu huella de carbono hasta el cielo, la cosa puede medio arreglarse sólo poniendo un poquito de tu parte. ¿Te suena eso que se llama reciclaje?
Que no cunda el pánico. He aquí algunas ideas para no seguir polucionando. Reutilizar es la palabra clave, y una buena solución cuando el mal ya está hecho. En este caso, los excesos tienen forma de montañas de papel de regalo, de decoración y de tarjetas de felicitación, de comida sobrante, de abetos medio secos…
Precisamente, los abetos naturales son una de esas cosas que suelen acabar en la basura. ¿Qué hacer con él? La idea es la misma que para el resto de cosas: no tirar si se puede reutilizar, es decir, replantar, hablando de abetos.
El compostaje también puede ayudarnos en esto de reducir los residuos. Y, por supuesto, no tires el papel de envolver: podemos guardarlo para hacer bonitas guirnaldas en las próximas fiestas navideñas o, por supuesto, para volver a envolver futuros regalos. Los trozos más pequeños pueden servirnos para hacer etiquetas de regalo, o sobres de fiesta, incluso para forrar libros.
Más ideas para reducir nuestros residuos: guardar con cuidado los adornos navideños para reutilizarlos de año en año. Si no tienes un lugar para guardarlo, regálalo a alguien o, como último recurso, tíralo a la basura pero dejándolo a la vista, guardado con esmero, para que otro pueda aprovecharlo.
Las tarjetas navideñas pueden cortarse en finas tiras y utilizarse como listas de la compra, o como puntos de lectura. Si las guardamos podemos reutilizarlas como adorno navideño. Hay un montón de maneras de reutilizarlas, utiliza la imaginación.
Por último, veamos qué hacer con los restos de comida y los juguetes viejos: utilizar las sobras de lo primero para hacer sopas, ropa vieja, o para congelarla en porciones, y regalar lo segundo a los niños más necesitados. Eso sí, restaurados y bien limpios, please.
Vía | www.recyclethis.co.uk
Fotografía | Maxime Valete

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