viernes, 1 de abril de 2011

Envases respetuosos con el medioambiente

1 abr 2011 / Publicado por lydia.garzon 

En los últimos años, los productos de “usar y tirar” y los envoltorios desmesurados e innecesarios han invadido el mercado. Además la inmensa mayoría están hechos de plástico, el material menos eco-friendly. Esto se traduce en mayores volúmenes de residuos para transportar y tratar y, en consecuencia, mayores costes a todos los niveles: económicos que se reflejan en las tasas que pagan todos los ciudadanos y medioambientales, con el aumento de la contaminación.
Autora: Carmen Alonso Suárez
De hecho, los envases y embalajes son la causa principal del crecimiento de las basuras domésticas y además son muy agresivos con el entorno. Para fabricar un tetra brik se consume, por ejemplo, tres veces más energía y cuatro veces más agua que para una botella de vidrio.
La investigación actual trata de encontrar nuevos formatos y materiales para disminuir el impacto contaminante. Se trata de diseños que reducen el contenido de plástico o bien reducen las emisiones de dióxido de carbono a la hora de la fabricación.
Uno de estos ejemplos el PET (polietilenterftalato). Es un polímero muy similar al poliéster y no sólo está empezando a reemplazar al vidrio sino también al PVC y otros plásticos con los que todavía se fabrican botellas y envases. Su reducido peso y la notable resistencia son los argumentos decisivos a favor de la botella de PET que además es reciclable en un 100 por cien.
También proliferan los materiales biodegradables fabricados con fécula de patata, una materia prima renovable que además favorece el proceso de compostaje de la basura orgánica. Una opción sencilla y asequible por la que también están optando algunas compañías es cambiar el material de sus embalajes sustituyendo partes de plástico por otras de cartón.
En la industria de las bebidas en Europa se están generando los mayores avances en la investigación y comercialización de envases ecológicos. Por ejemplo, se están vertiendo vinos de alta calidad en los envases Bag-in-Box (BiB), más habituales hasta ahora en zumos o leches. Estos consisten  fundamentalmente en colocar un producto líquido dentro de una bolsa cerrada con una válvula para su dosificación, y dicha bolsa se introduce dentro de una caja cerrada y ligera. Con esto, el almacenamiento es sencillo por el espacio reducido que ocupan los envases vacíos; tienen un peso y un volumen reducido en comparación con otros materiales de envase como el vidrio y aumentan el tiempo de conservación del contenido. Al generar menor cantidad de desechos, disminuye el impacto ambiental.
Otro cambio tiene que ver con el desarrollo creciente de las botellas de vidrio ligeras, hechas con una alta cantidad de vidrio reciclado.
La regla general de que los envases debían ante todo proteger el producto y facilitar su transporte ya no es suficiente. Ahora tienen que reunir los nuevos requisitos que comulguen con las exigencias de consumidores, fabricantes y comercializadores.
En definitiva, se puede incidir en muchas fases del ciclo de vida de un producto o su presentación, desde la captación de la materia prima, pasando por todos sus estados industriales intermedios, sus diferentes usos, transporte, distribución, uso final y descarte definitivo. En estas últimas fases cobramos protagonismo todos los consumidores. Una encuesta reciente del Instituto alemán Forsa revela que el 95 % de los consumidores prefiere los envases que son respetuosos con el medio ambiente y según otro estudio de la compañía Handy Bag, el 92% de los españoles separa los residuos en casa.
Y tú, ¿decantas tu compra según los envases? ¿Eliges unos productos frente a otros por su embalaje?

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