La estafa nuclear británica
El gobierno laborista británico hizo público, a principios de año, su apoyo a la construcción de nuevas centrales nucleares, lo que ha eliminado la credibilidad que había acumulado en la lucha contra el cambio climático. Estas centrales costarán miles de millones, y traerán reducciones muy pequeñas de emisiones de carbono a largo plazo, además de dejar tras de sí un nuevo legado de residuos radiactivos para las futuras generaciones. Además, la incidencia sobre el consumo de petróleo de estas plantas será nula, ya que la del uso de petróleo se destina al transporte. La apuesta nuclear británica no resolvera el problema de sus emisiones de CO2 ya que sólo reducirá un 4% sus emisión de gases de efecto invernadero, después de 2020.