domingo, 8 de febrero de 2009

NO A LA GUERRA


Marcha pacifista en contra de la guerra de Irak

Marcha pacifista en contra de la guerra de Irak

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Misión en Irak

Greenpeace se opone a la guerra. Durante meses de acción global, nos unimos a miles de personas de todo el mundo con el fin de lograr una solución pacífica para el conflicto en Irak. Consideramos que el verdadero móvil de la guerra era el petróleo y no la forma efectiva de tratar el problema de las armas de destrucción masiva. Este conflicto traería devastadoras consecuencias tanto humanas como medioambientales y establecería peligrosos precedentes (sin mencionar su ilegalidad).

Meses después del término de la guerra, continuamos esperando las evidencias de la existencia de dichas armas. A pesar de que las fuerzas de ocupación aseguraron rápidamente los campos petrolíferos iraquíes, no cumplieron con poner bajo resguardo el material nuclear peligroso. Ahora, dicho material ha llegado hasta los hogares y las escuelas.

El uranio y otros materiales nucleares almacenados bajo la vigilancia de la ONU en Irak hasta la caída de Saddam Hussein fueron robados. Además, residentes locales están mostrando síntomas supuestamente de envenenamiento por radiación. Seis semanas después de que las fuerzas de ocupación tomaran el control del país, Estados Unidos finalmente aceptó que la autoridad de vigilancia nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), nuevamente evaluara lo que había sido robado de la central nuclear de Tuwaita. Además, se negó el acceso de la OIEA a la población cercana o a otros sitios que deseaba visitar, hecho que quebranta las resoluciones de la ONU.

Hemos llegado hasta Irak con un pequeño grupo especialista para examinar el medioambiente local y para calcular la magnitud de cualquier contaminación nuclear. El equipo tomará muestras de suelo y agua para realizar análisis de laboratorio y dirigirá el monitoreo en terreno con un equipamiento especialista en detección de radiación. Aunque el alcance de la inspección radiológica de Greenpeace no será exhaustivo, proporcionará una idea del verdadero nivel de riesgo para las personas del sector y para el medioambiente. Estamos exigiendo una evaluación completa de la situación en Tuwaitha y en otros emplazamientos nucleares en Irak:

- Las fuerzas de ocupación deben permitirle a la OIEA permanecer en Irak con un mandato sin restricciones para realizar pruebas y para investigar todos los sitios nucleares.

- Las fuerzas de ocupación deben permitirle a la OIEA supervisar una urgente evaluación médica y medioambiental sobre el impacto del material radioactivo que se ha dispersado en la comunidad local; práctica que sería considerada común en cualquier otro país o circunstancia.

- Se debe organizar una búsqueda urgente de todos los isótopos radiactivos industriales en Irak ya que todos son potencialmente contaminantes.

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