Los 500 millones de individuos más ricos del mundo son los responsables del 50% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.
Como muestra un botón: los niños ingleses pueden reconocen con mayor facilidad las diferentes especies de Pokémon que las especies de la vida silvestre, los niños estadounidenses de dos años no son capaces de leer la letra M, pero muchos reconocen los arcos a forma de M de los restaurantes McDonald's; dos perros pastor alemán consumen más recursos en un año que un habitante medio de Bangladesh.
Y un dato global: los 500 millones de personas más ricas del mundo (alrededor del 7 por ciento de la población mundial) son responsables del 50 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, mientras que los 3.000 millones más pobres del mundo son responsables de apenas un 6 por ciento de las emisiones de CO2.
Estas son algunas de las cifras que figuran en el State of the World 2010, informe del Worldwatch Institute, que acaba de publicarse en los Estados Unidos, especialmente dedicado este año al análisis del consumo. Hartarse de alimentos y bienes no es bueno ni para las personas ni para el medio ambiente. Desde el punto de vista de la salud individual es de señalar que muchas de las personas longevas consumen entre 1800-1900 calorías al día, alimentos poco procesados y muy pocos alimentos animales, mientras que el estadounidense promedio consume 3.830 calorías al día.
En términos de salud global es de señalar que entre 1950 y 2005 la producción de metales ha aumentado seis veces, el consumo de petróleo ha aumentado ocho veces y la de gas natural catorce veces, un europeo medio utiliza 43 kg de recursos, mientras que un americano 88 kg.; con los recursos mundiales que se consumen cada día podría construir 112 Empire State Building. Alrededor del 60 por ciento de los servicios ofrecidos gratuitamente por los ecosistemas - regulación del clima, abastecimiento de agua potable, eliminación de residuos, pescado – se está empobreciendo.
Y la carrera para devorar el planeta se hace cada vez más rápida: en los últimos cinco años el consumo aumentó en un 28 por ciento. En 2008, a nivel mundial, se han comprado 68 millones de vehículos, 85 millones de refrigeradores, 297 millones de ordenadores y 1,2 millones de teléfonos móviles.
Y no es sólo un problema legado al aumento de la población humana. El aumento debido al crecimiento de la población humana entre 1960 y 2006 ha significado un factor de 2,2, mientras que el gasto per cápita en bienes de consumo casi se ha triplicado.
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