Posted on Miércoles 4 Agosto 2010
El secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, aseguró que se registraron avances en las conversaciones con la Comisión Europea, para mantener durante los próximos años sin interrupción los despachos a ese destino del carburante en base a soja
“Una delegación argentina de técnicos, científicos, funcionarios y empresas, en representación del Ministerio de Agricultura, el INTA y la Cámara Argentina de Bideocombustible (Carbio), se reunió con la Centro Común de Investigaciones (CCI) y con la Dirección General de Energía de la Comisión Europea para mantener ininterrumpida las exportaciones de biodiesel de soja a ese mercado”, explicó Basso en una conferencia de prensa.
Basso agregó que “tras sucesivas reuniones se logró que la CCI reconsidere el valor de ahorro de Gases en el Efecto Invernadero (GEI), asignado por la norma europea al biodiesel de soja “.
“Este trabajo conjunto del sector público-privado busca demostrar internacionalmente la sostenibilidad del biodiesel argentino”, añadió el funcionario, durante la rueda de prensa desarrollada en el Salón Gris del Ministerio de Agricultura.
Basso comentó además que “llevamos la inquietud de que los valores calculados por la Unión Europea para nuestro biodiesel de soja no coincidían con los valores que teníamos nosotros. A partir de esa reunión surgió la inquietud de parte de la comisión de Energía, para que podamos demostrar las virtudes de nuestro biodiesel de soja”.
Antecedentes más inmediatos
En abril del abril del 2009, el Parlamento y el Consejo Europeo sancionaron la Directiva 28/2009 que establece el marco común para el fomento de la energía procedente de fuentes renovables en los países de la Unión Europea, donde se fijan, entre otros, los objetivos nacionales de cuotas de energía de fuentes renovables para el transporte.
Asimismo, la normativa establecese una serie de criterios de sostenibilidad para los biocombustibles, uno de los cuales señala la reducción de emisiones GEI derivada del empleo de biocombustibles será como mínimo del 35 por ciento respecto a los combustibles fósiles que ellos reemplacen.
Para el caso del biodiesel de soja, la Directiva 28/2009 establece en su Anexo V un valor por defecto de ahorro de GEI del 31%, con lo que a partir de la entrada en vigor de esta norma (diciembre de este año), este biocombustible no podría integrar la matriz enérgetica europea.
Esto afectaría la continuidad de las exportaciones argentinas de biodiesiel de soja con destino a la UE, las cuales durante el 2009 suoeraron el millón de toneladas, por un valor superior a los 900 millones de dólares.
Para tratar de eliminar las diferencias, entre el 14 y 15 de junio pasado se realizó una reunión técnica entre la delegación público-privada de Argentina y los investigadores del CCI de la Comisión Europea en su sede central en Ispra, Italia.
“El objetivo del encuentro consitió en exponer ante un grupo de investigadores del CCI los resultados de los cálculos de ahorro de emisiones GEI, correspondientes a la producción de biodiesel elaborado desde la soja según el manejo agrícola predominante en nuestro país, y los resultados son significativamente superipores a los establecidos por la directiva de la UE", comentó Basso.
Definición en corto plazo
Basso remarcó también que “los investigadores del CCI señalaron que están ultimando la revisión de los valores y sus conclusiones serían elaboradas en breve a la Dirección General de Energía de la Comisión Europea para su consideración”.
Las nuevas directivas suponen un nuevo valor por defecto superior al 35%, lo cual posibilitará continuar con las exportaciones de biodiesel de nuestro país, una vez que se incorporen a la normativa.
En tanto Federico Pochat, delegado de Carbio, afirmó que “somos concientes que estamos en una etapa de negociación donde nuestro principal objetivo es demostrar la sustentabilidad que posee el biodiesel de soja que producimos, además de realizar gestiones para poder continuar con las exportaciones hacia la UE”.
Tomaron parte también de la rueda de prensa el ex secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, y representantes del INTA.
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