domingo, 31 de octubre de 2010

La innovación hizo de los INUIT ciudadanos de su propia nación y no servidores del hombre blanco


Les llamaban esquimales y los futurólogos con la aparición del petróleo en sus tierras auguraron su desaparición, pero el "genocidio civilizado" no tuvo lugar. Ahora son maestros
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El industrial norteamericano Clarence Birdseye vivió un tiempo en el Labrador de 1912 a 1915, estudió las técnicas de alimentos de los Inuit (esquimales) con todo detalle las técnicas que estos utilizaban que no eran tan sencillas y sobre todo se hicieron más difíciles por la diferencia idiomática. Pero llegó a la conclusión de que podría lanzar eso como un invento sensacional a nivel mundial.

En 1924 creó la "Freezing Company" que congeló con los métodos de la época, 500 toneladas de frutas y legumbres basándose algo en lo aprendido con los Inuit. En 1929 comprendió que al no disponer del frío de El Labrador, ni del hielo, tenía que cambiar un poco el sistema. En 1929 comprendió que la congelación natural de por sí no era un gran negocio y ensayó acelerar el proceso de congelación mediante un aparato congelador a doble banda, que enfriaba el producto por las dos caras. No bastaba. Entonces sí invento el congelador de "planchas" múltiples, que es básicamente el que hoy existe.

Por supuesto los Inuit ni se enteraron. Ahora saben de él porque cada vez disponen menos de animales para su alimento y se llega el caso de que las mujeres Inuit tienen que alimentarse en su trabajo en las grandes compañías de alimentos congelados de las neveras o comprar algo así en el supermercado local. Enfrentados a las extracciones petroleras que con el presidente Bush alcanzaron el zenit, acompañadas de la acumulación de contaminantes, destrucción del ecosistema y obligados a trabajar en y para las compañías petroleras.

Los Inuit de Alaska, Groenlandia, ex-URSS, Canadá, fundaron la Inuit Circumpolar Conference, para proteger los 6, 5 kms2 del vulnerable medio del Ártico, a la vez que mirar por las necesidades de subsistencia Inuit y mantener la diversidad biológica de su nación, creando una base para el desarrollo ecológico.

Es la famosa Estrategia de Conservación, basado en el desarrollo de la cultura, de la historia, de los valores y de los conocimientos Inuit. Esto era en la década de los 80. Pero el desarrollo de las explotaciones petroleras desde Reagan hacia adelante y los abusos cometidos en tierra Inuit: (compra de tierras, paro, discriminación racial de otras, el nuevo trabajo en las multinacionales del petróleo, la vida urbana a lo americano, con el calentamiento global, desaparición artificial de las especies artificialmente por decisión de los gobernadores, etc…), han sido un duro golpe para la nación Inuit especialmente bajo George W. Bush.

En esas condiciones lo que decimos es que cualquier asesoramiento de técnicas ancestrales como el que le dieron gratis a Clarence Birdseye, hoy no debería pasar. Lo mismo que todas las innovaciones que otros muchos han sacado gratis de otros pueblos aborígenes.

Canadá, Noruega, Siberia, Groenlandia son sólo lugares de nacimiento. Ahora, son nada más, todos ellos, Inuit

Los Inuit van a seguir innovando porque se está tratando de asimilarlos para otras culturas como la del oro negro cuando ellos conocen el oro de verdad y no lo han tratado de explotar. A ellos lo que les interesa es la caza pero está desapareciendo. Ayer un buen cazador mataba 30 focas, tres belúgas y tres morsas al año. Pero a menos cincuenta grados las necesidades de calorías son enormes para estar activo se necesitan dos kilos de grasa y de carne por persona al día (sin contar los perros).

El folklore Inuit y las sagas que pasan de padres a hijos cuentan casos en que un esquimal ha tenido que comerse a los perros que arrastran los trineos en medio de una ventisca y sin nadie a 500 kilómetros a la redonda. Pero los Inuit supieron sobrevivir sin perder sus características y fueron muy generosos porque como en el caso de la congelación que hemos contado más arriba, lo cedieron al “rostro pálido”.

Pero eso no ocurrió con la estrategia mundial energética de los Estados Unidos que iba avanzando hacia el Gran Norte desde la guerra mundial. Las tierras tradicionalmente esquimales se dieron cuenta sus científicos de que estaban cruzadas por caminos o vetas petrolíferas por así decirlo y de que éstas podían ser simplemente sustituidas por oleoductos con las obras hidroeléctricas necesarias, bases aéreas menores o mayores como la de Drew Air que tiene un rádar cada 50 Km. en el gran desierto blanco. Pero desde 1975 el Canadá intentó llegar a la altura de los Estados Unidos y trató de asimilarlos casi por la fuerza. El Gobierno les concedió la escolarización (en ingles y en francés), una seguridad social peor que la suya, la habitación con tal de que dejaran sus iglús y vivieran “civilizadamente” todo el año en pequeñas casas a lo canadiense.

Los Inuit lo aceptaron en teoría, es decir, dijeron que sí a todo pero se reservaron el seguir viviendo en los iglús y de la forma en que lo hacían sus antepasados.

Los canadienses se dieron cuenta de que en parte tenían razón porque el gobierno no podía pagar la calefacción nueve meses al año y los iglús les fueron permitidos, en cuanto a la escolarización aprendieron las lenguas obligatorias pero siguieron hablando sus idiomas ancestrales. Lo cual, reveló que si sentían la llamada de la innovación que en este caso es el plurilingüismo y encontraron que los propios canadienses se desarrollaban bastante mal para hablar y enseñar el francés por ejemplo en Quebec. A alguien se le ocurrió llamar a una maestra esquimal que les sacó de la duda porque ella misma era trilingüe y podía servir al principio de intérprete y luego de maestra a los canadienses.

Naturalmente en este proceso fueron perdiendo su profesión de cazadores y en 1985 no quedaban en la tierra de Baffin sino cuarenta cazadores Inuit. Al año siguiente, sin embargo, habían logrado 300 cazadores, habían dividido la inmensa llanura blanca en cuatro zonas de manera que se habían organizado sus propios cursos de caza. Ahora con armas modernas ha habido desde entonces varias conferencias circumpolares y el nacimiento de la Inuit Circumpolar Conference con 54 representantes esquimales hasta de Siberia y ya nos hemos referido a su carta constitucional que llaman carta del ártico que le garantiza el derecho a conservar sus territorios libres de la polución de los blancos y a vivir libres aún en la sociedad industrial.

Esta es la tesis que manejamos: el saber seguir adelante siguiendo el camino de las estrellas o sea, la innovación Inuit es lo que ha permitido que recientemente la campaña por la declaración de una cierta autodeterminación en el noroeste de Canadá es una victoria total.

Ahora el problema es el del clima, los hielos, se están derritiendo, los osos polares blancos que representan en cierto modo el alma de su pueblo están siendo mantenidos artificialmente y ellos tienen que tratar de seguir las leyes que huelen a petróleo y corrupción del hombre blanco y seguir con el alma Inuit en los tiempos en que mueren tantos pueblos.

El lema de "Minorías de mundo uníos” nos parece genial enfrente al Estado todopoderoso.

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