martes, 22 de febrero de 2011

Que 20 años no es nada….


Esta es una entrada para el concurso del eje “Tener o SOStener” de la “II Semana de la Sostenibilidad” de Rivas “¿Como ves la vida dentro de 20 años?”
Suena por el mediacenter ese tango de Gardel “Volver” que a mí siempre, más que al cantante, me recordó a Juan Eduardo Esnaider. Dice que 20 años no es nada pero anda que no ha cambiado el mundo en 20 años. Ahora a mis 53 echo la vista atrás y me doy cuenta de los acontecimientos históricos que he vivido: la caída del muro del Berlín cuando tenia 11, un presidente afroamericano y una presidente mujer en Estados Unidos, también en España y hace dos años, la misión espacial cooperativa de mas de 50 países consiguió por fin llegar a Marte.
Nadie hubiera dado un duro por los avances ambientales que se consiguieron en los últimos años. Tuvimos que aprender de la forma mas dura posible: una serie de tormentas devastaron completamente ambas costas de Estados Unidos y una sequía de tres años asoló Europa. Aún arrastramos secuelas de aquellas crisis pero hasta los negacionistas vieron que fuera por causa humana o natural, había que empezar a tomarse en serio los embates extremos  del clima.
El cambio de mentalidad implicó que las fuerzas políticas que seguían apoyando las energías “sucias” fueran barridas en las elecciones. Se fue sustituyendo el parque automovilístico por automóviles híbridos o eléctricos. Los pocos coches de combustible fósil que aun quedan pagan una cantidad de impuestos tan brutal que da para las arcas del Estado y para compensar sus emisiones. Prácticamente todas las ciudades del mundo tienen restringido el acceso en vehículo privado a sus centros, que fueron peatonalizados. El movimiento de “Ciudades para los ciudadanos” consiguió no solo erradicar los coches sino hacer unos centros más amigables para que los ciudadenos pudieran vivir, pasear y disfrutar.
España, por fin dio con los lideres políticos que necesitaba y asumió que tenía muchas papeletas de liderar el cambio de paradigma energético. Claro que descubrir que la OPEP había estado engañando al mundo exagerando las reservas de petróleo, cuya extracción se considera no rentable desde hace 10 años, ayudó bastante. Ahora, en vez de llegar petroleros a los puertos de  Huelva, Cartagena, Valencia y Barcelona salen hidrogeneros, el nuevo “sol líquido”. Eso si, manda narices que la tecnología empleada se la tengamos que comprar a Alemania siendo las patentes todas de ingenieros apellidados López, Fernández y García.
No todo es de color de rosa, claro. Se siguen sucediendo guerras en el mundo por el control de las nuevas fuentes de recursos, el agua sigue siendo escasa en algunos lugares y la comida también. No se sabe hasta cuándo pagaremos las consecuencias del siglo y medio de emisiones incontroladas.
Bueno, voy a teletrabajar un rato que hay que preparar algunas exposiciones para museos y toca reunión por videomesaconferencia con mi equipo. Alguien tiene que explicarle a los niños qué ocurrió hace 15 años para que no se les vuelva a ir la cabeza y terminen con el medio ambiente que nos queda.

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