EDF multada con 1,5 millones de euros y condenada a indemnizar a Greenpeace con 500.000 euros por daños.
Reportaje - noviembre 10, 2011
La compañía eléctrica estatal francesa Electricité de France SA (EDF) ha sido declarada hoy culpable por una corte francesa de los cargos que se la imputaban por espiar a Greenpeace. EDF tendrá que abonar una multa de 1,5 millones de euros e indemnizar a Greenpeace con 500.00 euros por daños.
La compañía EDF, que es el mayor productor de electricidad en Europa, ha sido declarada culpable de complicidad por ocultar documentos robados y de complicidad por intrusión en una red informática. En 2006, EDF contrató un hacker y un investigador privado para espiar de forma clandestina las operaciones de Greenpeace Francia. La operación de espionaje se centró en la oposición de Greenpeace a los planes de Reino Unido de expandir sus operaciones nucleares con ayuda de EDF. La operación de piratería consiguió hacerse con 1.400 documentos del ordenador del director de Campañas de Greenpeace en Francia.
Además de los cargos contra EDF, dos inspectores de seguridad nuclear en EDF y dos empleados de Kargus Consulting, la empresa que EDF contrató para espiar, han sido declarados culpables de cargos por espionaje. Los cuatro han sido condenados a penas de cárcel y tres de ellos han sido también multados (1).
“La multa impuesta a EDF y el pago de la indemnización que recibirá Greenpeace envían el claro mensaje a la industria nuclear de que nadie está por encima de la ley”, ha declarado Adélaïde Colin, directora de Comunicaciones de Greenpeace en Francia. “En la carrera hacia las próximas elecciones presidenciales, este veredicto muestra que la industria nuclear no es compatible con la democracia francesa. Los votantes deben mantener en mente este escándalo e intentar asegurarse de que el problema nuclear no es silenciado por la industria nuclear y los políticos.”
Greenpeace lleva años realizado una campaña contra las operaciones nucleares de EDF. Más de tres cuartos de la electricidad producida en Francia proviene de centrales nucleares. El desastre de Fukushima en Japón ha convertido la falta de seguridad de los reactores nucleares en un tema a debatir. En Europa, Alemania, Italia, Suiza y Bélgica han anunciado que abandonan la generación de electricidad con nucleares. En Francia, los votantes tienen la oportunidad en las próximas elecciones de enviar el mensaje a los políticos de que quieren el cierre de las centrales nucleares.
En la actualidad, los cuatro reactores EPR que se están construyendo en Finlandia, Francia y China sufren importantes retrasos sobre el calendario de construcción previsto, debido a serios problemas de seguridad y acumulan miles de millones euros de sobrecoste en el caso finlandés y francés.
“Este caso de espionaje de EDF debería servir para mandar el aviso a cualquier país que esté considerando construir reactores de que no es posible confiar en la industria nuclear”,ha añadido Colin. “¿Quién puede confiar en una industria que espía y en el caso de Fukushima miente a la opinión pública sobre el accidente? En vez de trabajar con la industria nuclear, los países deben invertir en fuentes de energía limpias y seguras”.
NOTAS:
(1) Pascal Durieux, responsable de seguridad nuclear de EDF en 2006 ha sido sentenciado a tres años de prisión (y a dos años de suspensión de su empleo actual) y una multa de 10.000 euros; Pierre-Paul Francois, segundo al mando de seguridad nuclear de EDF en 2006 deberá cumplir tres años en prisión (con 30 meses de suspensión de su empleo actual); Thierry Lorho, responsable de Kargus ha sido sentenciado a tres años en prisión (con una suspensión de dos años de su puesto actual) y una multa de 4.000 euros. Por último, Alain Quiros, técnico informático de Kargus ha sido sentenciado a dos años en prisión (con 18 meses de suspensión de su actual empleo) y una multa de 4.000 euros.
Además de los cargos contra EDF, dos inspectores de seguridad nuclear en EDF y dos empleados de Kargus Consulting, la empresa que EDF contrató para espiar, han sido declarados culpables de cargos por espionaje. Los cuatro han sido condenados a penas de cárcel y tres de ellos han sido también multados (1).
“La multa impuesta a EDF y el pago de la indemnización que recibirá Greenpeace envían el claro mensaje a la industria nuclear de que nadie está por encima de la ley”, ha declarado Adélaïde Colin, directora de Comunicaciones de Greenpeace en Francia. “En la carrera hacia las próximas elecciones presidenciales, este veredicto muestra que la industria nuclear no es compatible con la democracia francesa. Los votantes deben mantener en mente este escándalo e intentar asegurarse de que el problema nuclear no es silenciado por la industria nuclear y los políticos.”
Greenpeace lleva años realizado una campaña contra las operaciones nucleares de EDF. Más de tres cuartos de la electricidad producida en Francia proviene de centrales nucleares. El desastre de Fukushima en Japón ha convertido la falta de seguridad de los reactores nucleares en un tema a debatir. En Europa, Alemania, Italia, Suiza y Bélgica han anunciado que abandonan la generación de electricidad con nucleares. En Francia, los votantes tienen la oportunidad en las próximas elecciones de enviar el mensaje a los políticos de que quieren el cierre de las centrales nucleares.
En la actualidad, los cuatro reactores EPR que se están construyendo en Finlandia, Francia y China sufren importantes retrasos sobre el calendario de construcción previsto, debido a serios problemas de seguridad y acumulan miles de millones euros de sobrecoste en el caso finlandés y francés.
“Este caso de espionaje de EDF debería servir para mandar el aviso a cualquier país que esté considerando construir reactores de que no es posible confiar en la industria nuclear”,ha añadido Colin. “¿Quién puede confiar en una industria que espía y en el caso de Fukushima miente a la opinión pública sobre el accidente? En vez de trabajar con la industria nuclear, los países deben invertir en fuentes de energía limpias y seguras”.
NOTAS:
(1) Pascal Durieux, responsable de seguridad nuclear de EDF en 2006 ha sido sentenciado a tres años de prisión (y a dos años de suspensión de su empleo actual) y una multa de 10.000 euros; Pierre-Paul Francois, segundo al mando de seguridad nuclear de EDF en 2006 deberá cumplir tres años en prisión (con 30 meses de suspensión de su empleo actual); Thierry Lorho, responsable de Kargus ha sido sentenciado a tres años en prisión (con una suspensión de dos años de su puesto actual) y una multa de 4.000 euros. Por último, Alain Quiros, técnico informático de Kargus ha sido sentenciado a dos años en prisión (con 18 meses de suspensión de su actual empleo) y una multa de 4.000 euros.
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