Publicación de la Universidad de Washington había vinculado a las represas con una alta liberación de gases de efecto invernadero. "Eso no es válido para Chile", sostuvo enfático Claudio Seebach.
Embalse Laguna Maule, ubicado en la VII Región
SANTIAGO.- El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, aseguró que el estudio que publicó la Universidad de Washington -de que los embalses que alimentan hidroeléctricas contribuyen mucho más al calentamiento global de lo que se estimaba previamente- no es aplicable a nuestro país. "El punto es que este estudio aborda los embalses en su totalidad, no solamente de la hidroelectricidad y dentro del total de embalses, los únicos que evitan gases de efecto invernadero son los hidroeléctricos porque evitan el uso de termoelectricidad", señaló a Emol el ejecutivo. "Todos los embalses, excepto los de hidroelectricidad, emiten (gases de efecto invernadero), pero no compensan, mientras que en el caso de los hidroeléctricos, como es la principal fuente de energía renovable del mundo, hay que ver cuántas emisiones evitan. En el caso de la hidroelectricidad lo que se está evitando son emisiones de termoeléctricas principalmente que son el carbón o el gas natural, entonces en términos netos al producir por hidroelectricidad se está evitando el uso de otras alternativas de CO2", añadió. "La estadística dice que sólo uno de cada seis embalses en el mundo es para hidroelectricidad. El 84% de los embalses (en Chile) son para riego, agua potable y para control de aluviones y sólo un 16% son para hidroelectricidad", subrayó.
Según datos de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, de las 54 represas que hay en el país, 21 son para riego, tres para agua potable y ocho para generación eléctrica (ver tabla más abajo). En la investigación también se apunta a que las emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano y el dióxido de carbono, tienen que ver con el contenido de la clorofila que se encuentra en el agua. "Sucede que en el caso chileno los embalses, al menos los hidroeléctricos, son todos de aguas de cordillera, que son aguas frías, además de que somos un país de temperaturas bajas", argumentó Seebach. Y explicó: "Lo que pasa es que el agua para producir algún tipo de floración o de que las plantas emergen tiene que ver con la temperatura del agua, en las aguas tropicales crece mucho más vegetación y en agua fría la vegetación casi no crece. Estamos hablando de temperaturas de 20°C que muestra el estudio y en el caso de las chilenas todas tienen alrededor de 10°C". Asimismo, concluyó que "dentro del agua de un embalse en Chile no hay algas que son las que generan los efectos que encontró el estudio, porque son principalmente embalses fríos".
Fuente: emol.com/noticias/Economia
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