De los bosques no solo obtenemos una serie de bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia: alimentos vegetales y animales, maderas, medicamentos y muchos productos más. Los bosques juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Por ello, las selvas y demás bosques son posiblemente el patrimonio natural más importante pero también el más amenazado y depredado por la mano del hombre.
La tremenda tasa de transformación de nuestros bosques nativos en el norte de Argentina para la aplicación de la superficie agrícola (en la mayoría de los casos para el monocultivo de soja transigencia) no tiene precedentes en la historia. De no mediar acciones inmediatas por parte del Estado Nacional y de las provincias involucradas, en poco tiempo más perderemos irremediablemente superficies importantes e irreparables de nuestro patrimonio natural.
Jaume Satorra
Greenpeace
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