sábado, 6 de noviembre de 2010

Greenpeace denuncia el transporte de residuos nucleares peligrosos desde Francia a Alemania

Noviembre 5, 2010 | CategoríaGreenpeaceNuclearRevolución Energética
sta tarde partió desde Francia, un tren considerado “el más radiactivo de la historia“.  Se dirige un almacén provisional de la localidad de Gorleben (Alemania) transportando 123 toneladas de desechos nucleares que provienen del reprocesamiento de material radioactivo de centrales nucleares germanas. Se trata de 11 contenedores que llegaron a la terminal de  la ciudad francesa Valognes el 25 de octubre y recién hoy partieron. Es decir, que estos contenedores pasaron casi una semana en la estación de trenes francesa aguardando ser llevados hasta la población alemana, sin que el edificio cumpliera con los requerimientos básicos para almacenar residuos nucleares.
Hace unos días activistas de Greenpeace Francia se pronunciaron en la entrada de la terminal ferroviaria de Valognes, sosteniendo banderas con la leyenda:“Residuos Nucleares = Callejón Sin Salida”. Esta acción tuvo como propósito denunciar a la empresa francesa de energía nuclear Areva, por emplear la instalación de trenes con fines nucleares sin contar con un respaldo conveniente, almacenando residuos peligrosos en un lugar que no fue diseñado para este fin.
Al mismo tiempo, los activistas estuvieron monitoreando el ingreso de los 11 contendores con residuos nucleares de alta radioactividad con el objeto de calcular cuánta radiación se había introducido en aquel edificio. Finalmente, hoy se tomaron más mediciones para saber cuánta radiación puede emanar desde del tren que los llevará hasta Alemania. Kumi Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional, estuvo presente junto con representantes de otras organizaciones ambientalistas.
“Transportar residuos nucleares representa un severo peligro para todo el mundo que recorra las rutas que conectan Francia y Alemania. Son bien conocidos los peligros que implica la energía nuclear y esto es sencillamente un recordatorio mortal de décadas de coqueteo con ese tipo de fuente”, sentenció Naidoo.

Los residuos nucleares se almacenaron en contenedores que denominados “CASTOR” (“Cask for Storage and Transport of Radioactive Material or Highly radioactive waste containers” – “Barril para el Almacenamiento y Transporte de Materiales Radiactivos o Contenedores de residuos altamente radiactivos”) y, almacenados allí, pueden subsistir unos 700 millones de años.

En cada contenedor CASTOR se colocaron 28 frascos que contienen residuos altamente radioactivos. Con sólo uno de estos frascos se alcanza la cantidad suficiente de desechos nucleares para exceder el límite legal que puede haber en la estación ferroviaria. De acuerdo con las mediciones realizadas, cada uno de estos Castores contiene tanto material radioactivo como el que fue liberado en la catástrofe de Chernobyl.
Este fin de semana, miles de personas se manifestarán por lo que está ocurriendo en la ruta que transporta residuos nucleares entre Francia y Alemania, en lo que será una de las mayores protestas de las últimas décadas en el distrito Lüchow-Dannenberg. “Pero, no sólo reclamarán por eso”, declaró Naidoo, “sino por toda la política nuclear errada que el gobierno alemán ha ido tomando. Hacemos un llamado a Alemania para dirigir una revolución energética, que base su industrialización en energías limpias y que deje atrás el empleo de la energía nuclear por el peligro que ello implica”.

PELÍCULA COMPUESTA DE DIEZ VÍDEOS QUE NARRAN EL DESGRACIADO
ACONTECIMIENTO
El día 26 de abril se conmemora el aniversario del más grave accidente nuclear de la historia. Desgraciadamente, los peores augurios que se barajaron tras el accidente se han cumplido con creces. Según los últimos datos, casi 200.000 personas han muerto, continúa contaminada una zona similar a tres cuartas partes del territorio del Estado español y el número de niños afectados por cáncer linfático es escandalosamente alto. La energía nuclear sigue siendo un grave peligro para el futuro de la humanidad en este planeta. No sólo es imposible evitar que otra catástrofe acaezca sino que la gestión de los residuos que la industria nuclear genera sigue siendo un problema irresoluble. En estos momentos, se ha vuelto la vista hacia la energía nuclear como alternativa ante la escasez de petróleo y la escala de su precio. Sin embargo, el costo real de la energía nuclear la hace inoperante desde el punto de vista económico a largo plazo si incluimos todas sus externalidades (costo de la instalación, medidas de seguridad, gestión de los residuos, etc.). Además, la privatización del sector energético ha rebajado considerablemente el rigor de las medidas de seguridad.

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