La organización planteó además la necesidad de modificar la ley para que crisis como la actual se eviten con una mirada de largo plazo.
La oficina de Greenpeace en Chile celebró que se respetara la reducción de la cuota de pesca del jurel, la cual alcanzó el 76%, reduciéndola desde 1.300.000 a 315.000 toneladas, cómo fue propuesta por la Subsecretaría de Pesca para su aprobación por el Consejo Nacional de Pesca y que se haya respetado el consejo científico, adopción que había sido solicitada en varias ocasiones durante este año por la organización.
“La coherencia expresada por el gobierno y la industria pesquera sobre el crítico estado del jurel es un paso adelante en la conservación de los recursos pesqueros”, señaló Samuel Leiva Coordinador de Campaña de Greenpeace Chile.
Para Greenpeace, las reducciones históricas que se han aprobado por el Consejo Nacional de Pesca son una consecuencia expresa de la crisis actual de las pesquerías nacionales que dan cuenta de que el 40% de éstas se encuentran actualmente sobre-explotadas y apunta directamente al propio Consejo como el responsable, debido que el consejo había estado aprobando cuotas por sobre lo recomendado por los científicos durante los últimos 8 años, lo que ha llevado a las pesquerías a su estado actual.
En la organización ambiental esperan que este comportamiento no sea un tema pasajero. Para ello, propone un cambio en la ley para que la toma de decisiones tenga un enfoque ecosistémico y no comercial solamente.
En ese sentido Leiva dijo que “la causa de la reducción de la cuota del jurel es debido a un mal manejo pesquero por el Consejo Nacional de Pesca, la Subsecretaría de Pesca y por la falta de regulaciones basadas en la conservación en aguas internacionales”.
El Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea propuso la reducción especialmente con el objetivo de incentivar a los pesqueros industriales chilenos y la flota extranjera que pesca fuera de las 200 millas de zona económica exclusiva, como la perteneciente a la Unión Europea, la República Popular China, y la Federación Rusa a que ellas también reduzcan sus capturas.
“Desde que pedimos una significativa reducción de la cuota a todos los actores en el pacífico sur, en noviembre de 2009, hemos estado esperando que se tomen este tipo de medidas, ahora el desafío es que se haga también por los actores internacionales”, agregó el coordinador de Greenpeace.
El llamado a la reducción de las cuotas no ha sido originado en el Gobierno nada más, sino que es la petición que hizo el grupo de expertos científicos de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur hace un mes, en la reunión que sostuvieron en Viña del Mar, donde propusieron que se reduzca la cuota de manera drástica. En enero próximo, en Cali, Colombia, los estados que tienen flotas pescando en aguas internacionales deberán ponerse de acuerdo en reducir las cuotas de pesca al igual como lo ha hecho Chile. De otra manera, el esfuerzo nacional podría ser estéril.
De las pesquerías que se encuentran sobre-explotadas, la reducción más significativa aprobada por el Consejo Nacional de Pesca fue sin duda el Jurel, pero dentro de las otras pesquerías en similar estado se encuentran la merluza común, que quedó con 48.000 toneladas reduciendo un 13%; y la merluza del sur, con 24.000 toneladas y una reducción de en un 8%.
“La reducción de las cuotas es el primer paso para que se recuperen las pesquerías, debido a que también es necesario avanzar en otras medidas de conservación, abandonando el uso de técnicas de pesca destructivas como el arrastre y como la creación de una red de parques marinos que cubran al menos el 10% de la zona económica exclusiva”, dijo finalmente el experto de Greenpeace.
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