Después de más de dos años y medio de la presión de Greenpeace y el famoso "Tokio dos" ensayos, funcionarios de la Agencia Japonesa de Pesca admitió públicamente hoy que recibió la carne de ballena como "regalo" de las empresas privadas contratadas por el gobierno a las ballenas masacre.
Uno de los funcionarios, que según informes de prensa fue uno de los que recibieron regalos de carne de ballena con un valor estimado de $ 180 a $ 840, incluso llegó a someterse a modo de disculpa a los medios de comunicación reunidos.
Junichi Sato, uno de los acusados del juicio de Tokio dos y ahora Ejecutivo y Director del Programa de Greenpeace Japón dijo de la victoria que,
"Greenpeace da la bienvenida a la Agencia de Pesca de la decisión de Japón de su disciplina funcionarios que habían estado recibiendo la carne de ballena libre de la compañía explotadora de la caza de ballenas. Sin embargo, FAJ sólo castigado cinco funcionarios, mientras que la corrupción en el programa de caza de ballenas es mucho más grande e institucionalizada. Greenpeace exige un tercio investigación bandas sobre el escándalo de la carne de ballena para revelar el verdadero rostro del programa de caza de ballenas. "
"... El reconocimiento de la corrupción en el programa de caza de ballenas por FAJ se golpeará la credibilidad del programa de manera significativa", añadió Sato.
Esta es una gran victoria para Greenpeace y la gente como usted que apoyan el trabajo que estamos haciendo para presionar al gobierno japonés a que ponga fin a su masacre anual de ballenas en los océanos australes.
¿Has visto una ballena) ¡Ellos la tuvieron en su frigorífico!
Después de dos años y medio de lucha para demostrar la malversación de fondos y el desfalco que hace la industria ballenera con su supuesta caza “científica” de ballenas, ayer la Agencia de Pesca de Japón admitió que sus funcionarios habían recibido carne de ballena, de manera gratuita, hasta 2008, justo cuando Junichi y Toru hicieron público el escándalo. Las autoridades japonesas han reconocido que esto está en contra del código ético del servicio publico de cargos oficiales y aquellos que han admitido haber recibido carne tendrán un castigo disciplinario.
El tiempo es sabio y hay que saber esperar. Ayer, en los principales diarios de Tokio se leía: “La agencia pesquera japonesa ha advertido a los funcionarios de que no acepten la carne de ballena como obsequio de los balleneros”. Es un ÉXITO, con mayúsculas. Esto demuestra que Junichi y Toru tenían razón y que han sido condenados injustamente a tres años de libertad condicional.
Este éxito es uno más. Nos dice que Greenpeace tenía la verdad, la razón y la hizo pública, os la dimos a conocer: la caza de ballenas está financiada con fondos públicos y tiene sus días contados. Este año ha salido menos flota a cazar ballenas, la demanda de su carne es cada vez menor. En Japón, Greenpeace esta trabajando para que cada vez más haya menos demanda de carne de ballena en los supermercados.
Durante este tiempo que comenzó con la denuncia en la fiscalía de Tokio, la detención de Junichi y Toru, las mil visitas a las embajadas de Japón alrededor de todo el mundo, los e-mails de denuncia y las cartas de apoyo, que mejor regalo de Navidad que esta pequeña noticia.
Ahora solo falta que la Corte Suprema reconozca esta noticia, reconsidere la sentencia original y le dé la razón a aquellos que como tú y como yo, defienden las ballenas.
Celia Ojeda, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace
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