En abril les informábamos del establecimiento en las islas Chagos de la mayor reserva marina del mundo (se trata de unas islas británicas de ultramar, en el Índico). Wikileaks ha desvelado que la motivación real no es la preservación del medio ambiente sino impedir que los antiguos pobladores de la mayor de las islas, Pablo Garcia, que fueron expulsados en los años 60′ y 70′ por el establecimiento de una base militar estadounidense, puedan regresar a su tierra.
Me parece muy fuerte. Lamentable. Indignante. Resulta que hace más de cuatro décadas echaron de Pablo Garcia a 2.000 isleños para constuir una base militar gringa. Desde entonces, han dado guerra en los tribunales para regresar a su tierra, algo que el Foreign Office británico, respaldado por Estados Unidos, ha intentado evitar a toda costa. Pues bien, justo ahora que la corte europea de derechos humanos estaba a punto de decidir si pueden o no regresar, declaran las islas Chagos una reserva marina.
Pero gracias a los cables confidenciales de la diplomacia estadounidense filtrados por Wikileaks, sabemos la verdad: que el Foreign Office reconoció en privado a funcionarios norteamericanos que la jugada de la reserva marina iba dirigida a impedir la repatriación de los conocidos como “Man Fridays”. Lean las palabras de Colin Roberts (director de territorios de ultramar del Foreign Office) al respecto:
No nos arrepentimos de la expulsión de la población (…) De acuerdo a la manera de pensar actual sobre una reserva, no se permitiría “huella humana” o “Man Fridays” en las islas inhabitadas de los Territorios Británicos del Océano Índico. Establecer un parque marino acabará con las reclamaciones de reasentamiento de los residentes del archipiélago. (Traducción libre)
Muchos de los isleños expulsados de la isla Pablo Garcia en las décadas de 1960 y 1970 han tenido que vivir en la pobreza en otros países desde entonces. En el pasado, la apertura de los archivos diplomáticos ya revelaron que el Foreign Office mintió a sabiendas sobre el desalojo de la isla, argumentando para ello que los isleños no habían sido residentes permanentes, algo absolutamente falso.
Me causa enorme pena deplorar ahora lo que en su día aplaudí: la creación del santuario marino más grande del mundo. Me uno a la causa de esta pobre gente maltratada para que pueda volver a su tierra, las islas Chagos. Gracias Wikileaks por abrirnos los ojos a tanto interés y tanta mentira.
ecologiablog.com
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